La faraónica obra pública terminará en impuestazo
El plan de infraestructura del gobierno aumenta el gasto público cuando elFisco está quebrado, es poco transparente cuando los argentinos estamos hartosde falta de transparencia y demuestra la absurda idea de que un gobierno tieneque hacer política económica para crecer y no para que el sector trabaje enpaz.
Debe quedar claro, que en esencia, casi toda la información que losdistintos gobiernos argentinos dan a conocer en materia fiscal, es mentira. Nose computan gastos públicos como la emisión de bonos para consolidación dedeudas, privatizaciones aparecen como si fueran impuestos, lo mismo ocurre conlas ganancias de capital por las ventas de activos públicos, se adelantanimpuestos de un año para otro, se imputa a un período de recaudación que lecorresponde a otro que nada que ver si es que el primero tiene que ser mostradocomo «bueno». En definitiva, la información fiscal oficial es una verdaderaafrenta al derecho ciudadano de estar bien informado.
Cosa extraña y perversa al mismo tiempo, dado que si hay algo por lo que losgobiernos deberían darnos explicaciones muy claras es por qué cada uno denosotros no puede disfrutar plenamente de lo que gana en su actividad dado quetiene que pagar impuestos. Esto que es básico nunca ocurre en nuestro país yen realidad las cosas van más allá porque la plata de nuestros impuestos seusa para cualquier disparate y cuando no alcanza se coloca deuda que,obviamente, son más impuestos futuros. Sería fantástico que se creara unaacción del contribuyente (algo así como la ADELCO bis) para evitar lassucesivas y constantes violaciones que sufrimos los pagadores de impuestos.