El agro sin recursos ni representatividad
Desde hace muchos años dirigentes políticos, empresarios y supuestoslíderes del sector, atribuyen a los subsidios que pagan determinados países asu producción agropecuaria, los males que aquejan a la nuestra. Cada tantoacuden a un foro internacional, pronuncian discursos contra esta competenciadesleal, vociferan un poco en el ámbito local y, finalmente, consienten que elagro reciba un impuesto devastador al gasoil, o tasas de interés que laactividad no puede pagar o tributos que carecen de justificación o peajes quedeberían ser llamados exacciones que en buena medida gravitan sobre losproductores.
Cuando alguno de éstos protesta aisladamente, dado que muchos que dicen sersus dirigentes prefieren «prudentemente» no hacerlo, lo consuelan diciéndoleque tiene que aguantar en homenaje a la libertad de mercados y la librecompetencia. Otra excusa de estos dirigentes para justificar su inacción esecharle la culpa de la situación del agro a una supuesta transferencia deingresos a la industria... cuando saben perfectamente que tanto una como otrason las víctimas de la convertibilidad con atraso cambiario y déficit fiscal.
Competencia