Provoca discordias la retención del 5% sobre la exportación de cueros crudos

06deOctubrede2000a las08:04

Escribe Daniel Raffo

A contrapelo de la apertura económica, que en la última década desmantelóla estructura arancelaria argentina, la industria curtidora goza todavía de unsistema de protección. Se trata de la retención del 5%, aplicada a laexportación de cueros crudos, que prácticamente obliga a vender el producto enel mercado interno garantizando a la industria del sector un bajo precio de lamateria prima. Según estimaciones de los ganaderos, la norma determina unatransferencia de casi 90 millones de pesos anuales (88,6 millones de pesossegún cálculos de la Sociedad Rural Argentina) del campo a las curtiembres.Por su parte, los frigoríficos denuncian que en la práctica la retención del5%, estimada sobre precios del mercado de cuero de Chicago, representa una quitasuperior al 20% sobre el valor del producto en el mercado local.

Unos y otros, en forma conjunta o separada, solicitaron en reiteradasocasiones al gobierno nacional la eliminación del gravamen que perdura como unaflor exótica en el jardín de la globalización. La última vez fue por notadel 20 de junio pasado al jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, con la firma delos representantes de la industria frigorífica, consignatarios de hacienda yproductores de ganado. La respuesta corrió por cuenta del secretario deAgricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Antonio Berhongaray, quien el 29de julio pasado, en la inauguración de la Exposición Rural de Palermo,prometió modificar los trámites aduaneros para posibilitar la salida de unmillón de cueros frescos del país, apenas el 8% de la producción localcalculada sobre una faena anual de 12 millones de bovinos. Pero la rápidareacción de los curtidores logró que la iniciativa se congelara, por elmomento, en la formación de una "comisión especial".