El seguro agrícola se abre paso, aunque le falta un largo camino

24deNoviembrede2000a las09:20
Escribe Daniel Raffo

En la última década, el campo argentino dio un salto cualitativo enorme conla masiva incorporación de tecnología de punta a sus sistemas de producción.El cambio le permitió levar l promedio de sus cosechas anuales por encima delas 60 mil toneladas. Para la actual campaña, sin ir más lejos, a pesar de lasdificultades económicas que arrasan al sector, se proyecta una producción de64,2 millones de toneladas, que constituiría la segunda cosecha más voluminosade la historia agrícola del país.

Pero los crecimientos siempre llegan cargados de desafíos. Estudiosrealizados por las asociaciones de productores indican que con la nuevatecnología se duplicó el monto de las inversiones requeridas para eldesarrollo de los cultivos anuales y que, si bien son considerablemente mayoreslos rindes obtenidos, las oscilaciones de los precios internacionales y lasadversidades climáticas locales los dejan librados a mayores pérdidas. Elaumento del riesgo se contabiliza como una de las causas que incrementan losquebrantos, quitan rentabilidad y tornan financieramente más vulnerables a lasempresas rurales. En contrapartida, no avanzaron los mecanismos de prevención.Aunque la siembra directa, la agricultura de precisión, la aplicación deagroquímicos o la implantación de variedades transgénicas anticipen elfuturo, en materia de seguros agrícolas, el campo sigue atrapado por lascontingencias del pasado.