Comentario semanal

16deJuliode2001a las14:55
Nunca una semana corta como la que acaba de finalizar pareció tan larga comola vivimos los operadores e inversores del mercado argentino. La crisis desatadadesde hace algunos meses, no solo esta lejos de llegar a su fin sino que se haido profundizando con el correr de los días. Muy lejos han quedado el blindaje,el cambio de ministros, el megacanje, los recortes en el sector publico, lageneralización de impuestos, la devolución de retenciones, el cambiodiferencial para el sector exportador y tantas otras medidas que en sí mismashan estado bien aplicadas, pero en conjunto perdieron efectividad por problemasajenos a la economía en sí misma.

El rol económico

La conclusión de todos los problemas argentinos parece fundirse siempre enel mismo campo, el económico. No es casualidad que desde hace varias décadas,uno de los países más ricos naturalmente como lo es Argentina tenga que pasarpenurias económicas por malas administraciones, despilfarro, clandestinidad,corrupción, negociados, etc etc. Y parece que esta vez la historia tampoco hade cambiar. Nuestras riquezas naturales parecen no valer casi nada, los preciosde los granos caen casi indefectiblemente, el ganado sufre un deterioro entérminos económicos y salubres, las restricciones de los países compradoresnos impiden colocar nuestra materia prima y el concepto de valor agregado oelaboración en base a nuestra propia producción es decididamente inexistenteen la industria local. Pero además de los males tradicionales se han agregadootros como la subvención de granos o carnes por parte de los países máspoderosos o la falta de controles internos para erradicar en forma definitiva laAftosa. Y dentro de toda esta locura, lo más increíble es que un paísabsolutamente rico en lo que a materia prima se refiere, viva absolutamenteendeudado y sin que exista una explicación lógica para esa deuda, sucrecimiento, su monto y su destino final.