El FMI postergó un pago de deuda por US$ 2800 millones

06deSeptiembrede2002a las08:27

WASHINGTON.- El FMI le dio ayer un respiro a la Argentina al postergar por un año un vencimiento de US$ 2800 millones que operaba el lunes próximo, alabó una mejora en los indicadores económicos y fiscales, pero destacó que las medidas que aún deben aplicarse para alcanzar un programa con ese organismo deben contar con el respaldo de un "firme consenso político interno".

El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Horst Köhler, volvió a la carga con dos cuestiones que generan una seria incertidumbre en ese organismo, más allá de la falta de consenso político: dijo que el respeto por el imperio de la ley es una condición sine qua non para un acuerdo y exigió que se refuerce la autonomía del Banco Central.

El directorio ejecutivo, que integran los representantes de los países, se reunió ayer para tratar el pedido de la Argentina de postergar por un año el vencimiento de US$ 2800 millones correspondiente a un crédito del blindaje de 2001. Esa postergación le da unos días más de margen al gobierno de Eduardo Duhalde para seguir negociando con los organismos internacionales, pero incrementa el peso de la deuda que deberá afrontar la próxima administración. Esta es la tercera postergación de vencimientos con el Fondo que obtiene la Argentina en este año.

Por el tipo de crédito de corto plazo de que se trata -Facilidades de Reservas Suplementarias- la Argentina estará obligada a hacer frente a su pago en 2003, y no admite una nueva postergación. Por las postergaciones obtenidas este año, la Argentina está obligada a pagar US$ 4777 millones en 2003, que forman parte de los vencimientos por 10.000 millones que operan ese año con el FMI.

En un comunicado difundido al final de la reunión, Köhler sostuvo que los directores "reconocieron que la situación en la Argentina permanece muy difícil", y que están "preocupados porque se estaba tomando más tiempo que el que había sido anticipado para la formulación de un coherente y comprensivo paquete de políticas que permita afrontar esas dificultades en un camino sustentable". Anteayer el secretario del Tesoro, Paul O´Neill, había marcado con extrema dureza la postura de Estados Unidos sobre la carta de intención presentada por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, al considerar que las ideas allí expresadas eran insuficientes para crear una base de estabilidad. El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, viajará la semana próxima a esta ciudad para continuar con la negociación.

Algún elogio

Köhler, que no puede ocultar en público su fastidio por la irresuelta crisis argentina, señaló que el directorio del Fondo "dio la bienvenida a la gran estabilidad en los indicadores económicos y financieros logrados recientemente, y a la mejoría en las finanzas públicas en el segundo trimestre de 2002". Hasta allí fueron las palabras de aliento, porque a partir de ese punto Köhler repasó todas las cuestiones en las que el Fondo considera que la Argentina está todavía en falta.

"Los directores -señaló- expresaron la expectativa de que esos progresos recientes podrían ser consolidados rápidamente con la garantía de un consenso político para las medidas que permanecen pendientes para alcanzar un acuerdo apoyado por el Fondo, especialmente el desarrollo de una clara ancla monetaria y una estrategia bien definida de reestructuración bancaria, el refuerzo de la autonomía del Banco Central y la instrumentación de un acuerdo con las provincias". Esto significa que el FMI entiende que en esas cuestiones no ha habido progresos importantes desde que comenzó la negociación formal del acuerdo, a finales de junio último, después del paso de Lavagna por esta ciudad.

Köhler destacó que los directores "también enfatizaron que el respeto por el imperio de la ley y las obligaciones contractuales es una condición sine qua non para un progr