Seis meses de angustia

19deSeptiembrede2002a las08:22

A pesar de la seria dura advertencia de la vicedirectora del FMI, Anne Krueger, a la Argentina respecto a las sanciones si el país decide no pagar los próximos vencimientos con los organismos internacionales, lo cierto es que las consecuencias no serían inmediatas.

De acuerdo con los estatutos del Banco Mundial y del BID, con los que la Argentina debe cancelar u$s1.500 M entre octubre y noviembre, los países deudores tienen, a partir de la fecha del vencimiento, un período de 90 a 180 días en los que ingresan en la categoría arrear, esto es un proceso de regularización (reinstatement) de su situación. Durante ese período, además de los intereses originalmente pactados, corren punitorios y, la sanción más grave, es que se traban completamente todos los desembolsos de líneas de crédito que se mantienen vigentes pese a la falta de un acuerdo con el Fondo Monetario.

La Argentina, por ejemplo, está esperando un desembolso de unos u$s200 M del BID, que hace diez días el FMI recomendó a la entidad acelerar.

Si transcurrido el plazo de seis meses no se llega a un acuerdo con el Fondo y no se retoman los pagos, además de las sanciones comerciales y embargos (poco probables), la consecuencia más grave es que, al menos por un período de tres años, el país queda inhabilitado para recibir asistencia de ningún tipo por parte de los organismos multilaterales.