Para el Banco Central, la crisis está controlada

21deOctubrede2002a las08:14

Con datos del tercer trimestre que muestran una estabilización del sistema financiero y cambiario, una baja de la tasa de inflación, un crecimiento de los depósitos bancarios a la par del comienzo de la salida del corralito y la consecuente caída en la tasa de interés real, las autoridades del Banco Central (BCRA) confían en que lo peor de la crisis ya pasó. Y estiman que el conjunto de las variables mencionadas sumado a la mejoría de algunos sectores industriales se traducirán en un crecimiento del 0,5% en el PBI respecto del trimestre anterior cuando se divulguen las cifras oficiales del período julio-septiembre.

Las apreciaciones son parte de un informe financiero y monetario sobre el tercer trimestre que el titular del BCRA, Aldo Pignanelli, les presentó al presidente Eduardo Duhalde y al jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof. Los datos también fueron suministrados a los funcionarios del Fondo Monetario Internacional como una manera de demostrar la evolución positiva de las variables monetarias que repercutiría en la actividad económica en general.

En rigor, la estimación de crecimiento es inferior al 1,1% que había previsto el equipo de Roberto Lavagna en el borrador de la carta de intención que se le envió al Fondo. "Lo importante es que es la primera vez, desde 1998, que no teníamos dos trimestres consecutivos con evolución positiva", dijo a LA NACION un funcionario del Ministerio de Economía, aunque recordó que sólo en los próximos días se conocerán los datos definitivos.

Evolución favorable

El informe del BCRA muestra una suba neta de los depósitos de $ 1989 millones entre el 30 de junio y el 30 de septiembre, producto de que en las entidades privadas el saldo favorable se incrementó en $ 2291 millones (luego de descontar la salida de fondos por amparos, retiros de cuentas transaccionales y otros), mientras que en las públicas cayó en $ 302 millones. En el detalle de la banca privada se ve que las nuevas cuentas libres sumaron $ 2528 millones, en tanto que en las que están dentro del corralito el crecimiento de los saldos resultó de $ 1823 millones.

De las nuevas colocaciones, aproximadamente un 60% corresponde a plazos de alrededor de 30 días.

En cuanto a los saldos de las cuentas en el corralito, el crecimiento se debió a que las regulaciones existentes hacen que buena parte de las liquidaciones de exportaciones se canalice en cuentas a la vista. Además, el BCRA destaca que la devolución de depósitos reprogramados inferiores a $ 7000 (corralón) "no produjo un efecto indeseable sobre el sistema", en referencia a que esos pesos no se volcaron al dólar provocando una suba de la cotización.

Esta evolución hizo que desde la autoridad monetaria se redujera la asistencia a los bancos y también, según el documento, que "a pesar de que existieron temores acerca de la eventual caída de entidades, en esta etapa no sólo eso no se produjo, sino que se logró la reapertura de bancos en problemas", y cita el caso del Scotiabank y de las entidades vinculadas con el Credit Agricole. A su vez, con un mercado cambiario estable, el Central se dedicó a recuperar parte de sus reservas y cerró el período con compras por US$ 700 millones, aunque el saldo neto mostró una baja de 220 millones por pagos a organismos.

Por otra parte, y a pesar de las restricciones impuestas por decreto el 23 de julio pasado, en el trimestre continuó la huida de fondos por efecto de los recursos de amparo. La salida fue de $ 1100 millones, lo que generó una mayor necesidad de liquidez para los bancos de $ 1600 millones.

Entre mayo y septiembre hubo 86.707 casos de salida de depósitos por orden judicial. De todas formas, el informe destaca que "la caída de depósitos reprogramados en concepto de amparos ha tenido como contrapartida una suba importante de los depósitos libres". El optimismo generado desde el sistema