El FMI insiste: mayor suba de tarifas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) seguirá presionando para lograr un mayor aumento en las tarifas antes de firmar un acuerdo con la Argentina. A cambio, aceptaría la estrategia gradualista del Gobierno para liberar el tipo de cambio.
Altas fuentes del Palacio de Hacienda informaron ayer a LA NACION que cuatro representantes de los países desarrollados ante el FMI accedieron al planteo argentino de mantener el dólar atado al menos hasta que no se despejen las incertidumbres electorales. En las últimas 48 horas, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, mantuvo numerosos diálogos telefónicos con funcionarios del Tesoro de Estados Unidos y con los representantes de Italia, Francia y España ante el Fondo. Anoche Nielsen afirmó que el Gobierno "no va a firmar un acuerdo que no se pueda cumplir".
La semana pasada, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y Nielsen elaboraron una respuesta al borrador de la carta de intención enviado por el FMI que contiene seis importantes disidencias. Se espera que en unos días más el Fondo envíe una nueva versión del escrito. Entre estos puntos de desacuerdo se destacan tres temas de alta sensibilidad:
El alza de las tarifas. Desde Washington se pidió un aumento que ronde entre el 20 y el 30%, pero Economía no quiere alzas superiores al 10 por ciento. No obstante, el equipo económico reconoce que existe una gran presión de las empresas que manejan los servicios públicos sobre los gobiernos del G-7 para elevar el porcentaje de aumento.
El proceso de liberalización del mercado cambiario. El Fondo quiere que las restricciones impuestas este año se eliminen de inmediato, mientras que Economía quiere frenar esta decisión hasta que no se verifique el efecto del triunfo de Lula da Silva en Brasil y de la campaña electoral local sobre el mercado financiero.
Sin embargo, en el Banco Central consideraron que los pedidos del FMI en materia cambiaria "son razonables". Un director de la entidad comentó a LA NACION que "la versión del FMI es bastante compatible con las ideas que tiene el Banco Central en cuanto a las medidas que hay que tomar en el corto plazo". Según el directivo de la entidad monetaria, el organismo que conduce Horst Köhler no ha pedido "nada extremo" como para que Economía pueda oponerse.
La posibilidad de los bancos de compensar los redescuentos que recibieron con bonos del Gobierno, que el Fondo quiere postergar y que Economía pretende implementar de inmediato. Un importante funcionario del equipo económico dijo que este mecanismo de "neteo" es fundamental para afianzar el proceso de reactivación económica. "Sin la compensación, los bancos no pueden prestar", sentenció la fuente. El negociador consideró que el Gobierno tiene 40 días para lograr que se consolide la mejora de los indicadores del nivel de actividad.
Los números de Lavagna
Las proyecciones del Palacio de Hacienda indican que el PBI experimentaría, frente al trimestre anterior, subas del 0,5% de julio a septiembre y del 0,6% entre octubre y diciembre, respectivamente.
Frente al mismo período de 2001 se esperan caídas del 9,8% en el tercer trimestre y del 4,3% en el último trimestre del año. Para 2003 se proyecta una suba trimestral del 0,6 por ciento, que determinaría un crecimiento anual del tres por ciento.
Las estimaciones oficiales indican que el año próximo las exportaciones crecerían un 8%y las importaciones pasarían de US$ 9500 millones a 13.000 millones. Además, el consumo subiría poco más del 3% -luego de una caída del 13% que se espera para este ejercicio-; mientras que las inversiones crecerían un 20% -frente a una baja del 38,5% en 2002- hasta llegar a los 30.500 millones, justo a mitad de camino de los 61.000 millones obtenidos en 1998.
Los economistas Miguel Bein y Gabriel Sánchez indicaron a LA NACION que no existen factores que permitan prever un gran