El anhelo del libre comercio
De la Redacción de LA NACION
El Grupo Cairns, conformado por 18 países que no subsidian ni a la producción ni a la exportación, entre ellos la Argentina, endureció la posición en ese sentido durante el reciente encuentro que se llevó a efecto en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
Dejaron en claro de cara a la próxima reunión en enero de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que no se negociará sobre otros temas si no se avanza sobre los aspectos agrícolas. Se demandará en definitiva a los países desarrollados la instrumentación de una reforma agrícola fundamental en el comercio mundial.
A la altura de la importancia del encuentro, la Argentina tuvo una fuerte presencia. La misión estuvo encabezada, entre otros, por el ministro de la Producción, Aníbal Fernández; el vicecanciller, Martín Redrado, y el secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya), Haroldo Lebed. Alejandro Delfino y Raúl Rocatagliata, también estuvieron presentes en representación de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Definición de reglas
Delfino señaló que el sector privado entiende que esta serie de reuniones dentro de la denominada Ronda de Desarrollo -que se inició en Qatar a fines del año pasado auspiciada por la OMC- es de significativa importancia debido a que se definirán las reglas del comercio internacional de los próximos 10 a 15 años.
Además, como consecuencia de los escasos resultados de la Ronda Uruguay, señaló que ese mismo sector no está dispuesto a aceptar nuevamente un conjunto limitado de resultados y solicitó que el tema agrícola sea tratado con un fuerte compromiso.
¿Qué es lo que ocurrió en los últimos años para que crecieran las advertencias? Ernesto Liboreiro, director ejecutivo del Instituto de Negociaciones Agrícolas Internacionales (INAI), lo recuerda perfectamente.
Lo acordado por los países desarrollados en la Ronda Uruguay no fue suficiente. Allí se estableció un 36% de corte de aranceles, un 20% de recorte de ayuda interna (subsidios a la producción) y un 36% de disminución de subvenciones a las exportaciones. Esto se cumplió entre 1995 y 2000, pero fue muy poco. Además, pasó 2001 y no hubo medidas, tampoco las habrá en 2002. Los años 2003 y 2004 transcurrirán en medio de negociaciones. Pasarán cuatro años sin ningún tipo de reducciones.
Ahora, después de diez años de la Ronda Uruguay, la Unión Europea propone disminuir en un 20% los subsidios a la producción; sin embargo, hay oposiciones dentro del mismo bloque. España, Italia y Francia se encuentran entre los países más renuentes a ceder posiciones. De cualquier manera, la propuesta tampoco alcanza.
Según Liboreiro, lo que pueda ocurrir en la próxima reunión de la OMC dependerá en gran medida de que los Estados Unidos encuentren la forma de presionar a la Unión Europea (UE), fuertemente proteccionista, para que haga mayores concesiones.
Estados Unidos es definido como el "jugador" más poderoso, pero el más inestable de todos. Por un lado elabora una ley agrícola como la que se dio a conocer recientemente, que es peor que todas las anteriores, y por otro, presenta una propuesta de negociación con la que pretende torcerle el brazo a la Unión Europea.
Japón, Noruega y Suiza se encuentran en el extremo máximo del proteccionismo. Y la UE lo es mucho más que los Estados Unidos. El proteccionismo de la UE le significan al bloque 120 mil millones de dólares anuales, mientras que a los Estados Unidos le representan 70 mil millones de dólares anuales.
Lo que se teme es que a futuro se fijen reducciones similares a las de la Ronda Uruguay, pero eso no se aceptará. La propuesta del INAI pasa por poder acelerar las disminuciones al 10% anual en forma acumulativa. Si no es así, que se establezca por lo menos la baja del 10% anual en los primeros cinco añ