Alzas en las ventas de equipos de agro

12deDiciembrede2002a las08:26

SANTA FE.- Si la recuperación del agro, principalmente el sector granario con sus buenas cosechas, tuvo desde la mitad de este año un efecto multiplicador, eso es más evidente en el sector de la maquinaria e implementos agrícolas.

Según datos de las empresas del rubro, en cosechadoras y sembradoras las ventas promedio de este año superaron en un 20 y un 30 por ciento, respectivamente, las del año pasado.

Pero también, aunque en forma más pausada, aumentó la demanda laboral y reabrieron tradicionales marcas que desde la mitad de la década pasada hasta comienzos de este año vivieron períodos de crisis muy intensos, muchos de los cuales concluyeron con la quiebra de varios establecimientos.

"Es bueno decirlo: hay reactivación en nuestro sector, fundamentalmente por las muy buenas cosechas que se vienen realizando en la región. Y esto demuestra también que los productores no colocaron su dinero en los bancos sino que apostaron a la tecnología, insumos y maquinarias", señaló Enrique Bertini, miembro de la Cámara de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas de la Argentina y propietario de una tradicional firma rosarina del rubro.

En materia de cosechadoras, las firmas argentinas que sobre el final de la década del 90 sólo tenían una participación del 15 por ciento del mercado local, favorecidas por la actual paridad cambiaria que prácticamente impide la importación, alcanzarán a fin de año el 50 por ciento.

Los antecedentes duelen: en 1998, por ejemplo, empresas radicadas en Brasil vendieron 3850 cosechadoras en nuestro país, mientras las fábricas locales apenas pudieron colocar 690.

En la fabricación de cosechadoras, un caso testigo es el de Vasalli Fabril (Don Roque), donde sus directivos reconocieron que debieron incrementar la mano de obra un 20 por ciento (35 empleados especializados) como consecuencia de la necesidad de atender operaciones ya pactadas.

Máquinas

De 100 máquinas anuales que fabricaban a fines de los 90, este año terminarán incorporando al mercado 180 y en 2003 prevén una producción de 20 máquinas mensuales para llegar al siguiente a las 300 máquinas/año.

Las marcas Don Roque (ex Roque Vasalli, hoy Vasalli Fabril SA) y Bernardín, que se fabrican en Firmat y San Vicente, dos poblaciones del sur y centro santafecino, siguen liderando el mercado de las cosechadoras.

La experiencia que comentan es muy ingrata. Debieron competir -la mayoría no soportó la desigualdad de costos y dejó de operar- con multinacionales que por el volumen operado y sus interrelaciones tenían acceso a créditos internacionales blandos.

De ese modo, John Deere (con plantas en Estados Unidos y Brasil), New Holland, Case y Massey Ferguson-Deutz Fahr, pudieron controlar el mercado (llegaron a captar el 85 por ciento de las ventas totales de maquinarias agrícolas).

"No hay más esa feroz competencia desde el exterior. Las máquinas brasileñas terminaron sin convencer a los productores y las norteamericanas ya no ingresan por el costo dólar que tienen. Así que tenemos una gran posibilidad que no podemos desaprovechar", apuntó Bertini, cuya fábrica de sembradoras aumentó sus ventas entre un 25 y 30 por ciento este año, comparado con el anterior.

Sin embargo, otras fuentes del sector comentaron que los productores también siguen con atención las ofertas de las compañías internacionales ya que tienen una tradición de incorporar innovaciones tecnológicas de otras partes del mundo.

Reapertura

La reapertura de fábricas (como el caso Senor, hoy en Rosario, que construyó la primera cosechadora en el país, en 1922) o el empleo integral de las instalaciones ya existentes, sirvieron para activar no sólo mano de obra sino también tecnología. Existe, por todo ello, una excepcional generación indirecta de empleo.

Debe recordarse que, entre 1975 y 1985, sól