El dólar flotará acotado entre bandas

14deEnerode2003a las08:07
La cotización del dólar se moverá de aquí en más dentro de un margen de precios que acordaron el Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA) cuando dispusieron, durante la semana anterior, una mayor apertura del mercado cambiario.

Según pudo establecer LA NACION, el sistema de bandas de flotación por el que se optó busca preservar la premisa fijada por el jefe del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, en cuanto a mantener un tipo de cambio "alto y estable", en tanto la Argentina no esté en condiciones de encarar sus reformas de fondo ni de definir de una forma más certera sus reglas de juego de cara al futuro, algo que debería comenzar a resolverse luego de las elecciones presidenciales de abril.

Para plasmar ese concepto en un valor, el esquema toma en cuenta los movimientos de las monedas que más influyen en la evolución del comercio exterior argentino, cuidando particularmente que el peso local no pierda competitividad respecto de los mercados a los que ya se les vende y se aspira a venderles aún más.

Es decir, define el valor del peso en relación con una canasta de monedas donde tienen especial preponderancia el real brasileño, el euro y el dólar norteamericano, teniendo en cuenta que esas divisas explican al menos el 60% de las exportaciones.

Esto fue a lo que se refirió el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, en ocasión de instrumentarse la última y más amplia flexibilización cambiaria. El día de su debut, el funcionario habló de una "flotación sucia" y de las desventajas que para la recaudación del fisco y la exportación implicaba dejar caer el valor del dólar. También mencionó los peligros que supondría cualquier rebote alcista que no pudiera ser administrado.

El dato que se guarda bajo siete llaves está referido a los topes que tiene la banda de flotación y los tiempos establecidos para su actualización.

Sin embargo, los operadores cambiarios dicen tener algunas certeras pistas respecto del primer punto (los valores de flotación), las que surgen de analizar los últimos pasos que dio el BCRA en la plaza cambiaria.

Aluden así a dos hechos:

Las medidas instrumentadas cuando tocó los $ 3,30, las que se dispararon para evitar una mayor baja en su cotización.

La venta de US$ 15,5 millones de las reservas con que el Banco Central respondió el último viernes, cuando el valor de la divisa parecía dispuesto a perforar el techo de los $ 3,40, por la reticencia que hasta allí mostraban los exportadores, tal vez deseosos de tener "señales" respecto del máximo precio al que podrían aspirar en el momento de liquidar sus dólares.

Señales que dejan huella

Las revelaciones que dejó aquella jornada parecen haber mellado las operaciones de ayer.

Ocurre que la cotización del dólar abrió la semana con un retroceso de dos centavos, al caer de $ 3,39 a $ 3,37 el tipo vendedor promedio. Y, además, porque básicamente lo hizo gracias a que los exportadores estuvieron mucho más activos a la hora de vender.

El dato que lo demuestra es el monto que liquidaron ante las ventanillas del BCRA, donde ahora sólo tienen obligación de ir los que se desprenden de más de US$ 1 millón.

Ayer le vendieron US$ 32,2 millones, contra el promedio de US$ 15 millones que le venían expendiendo desde el imperio de las nuevas medidas. Como además el BCRA dedicó otros US$ 4,1 millones para abastecer los pedidos de bancos e importadores en el mercado mayorista, el saldo muestra que se alzó con otros US$ 28,1 millones para engrosar las reservas.

La baja en el tipo de cambio minorista se trasladó a todos los segmentos del mercado. En el mayorista el "billete físico" entre bancos descendió a $ 3,36 y el tipo transferencia bajó a $ 3,318. Para la liquidación de exportaciones el precio que paga el Central se redujo, por primera vez desde las últimas medidas de liberación,