Aconsejan un dólar previsible y mayor flexibilidad laboral

John Williamson, economista que impulsó medidas liberales, dijo que no fue el culpable de la crisis argentina.

04deAbrilde2003a las08:46
Evitar las bruscas desviaciones en la cotización del dólar frente al peso; armar un plan de contingencia en el esquema de reestructuración de la deuda, de tal forma de ajustar los pagos a la evolución del PBI, y continuar con un proceso de reformas liberales que incluyan la flexibilidad laboral fueron algunas de las recomendaciones que dejó el economista John Williamson en su paso por Buenos Aires.

Williamson, investigador senior del Institute for International Economics , participó ayer de un seminario organizado por la Fundación de Investigaciones Latinoamericanas (FIEL), con motivo de su 40° aniversario. El economista diseñó en 1989 el esquema de la declaración conocida como el Consenso de Washington, un conjunto de 10 medidas de corte liberal que se recomendó aplicar a los países de América latina y que resultan muy familiares en la Argentina de los años 90. Entre sus puntos se incluía la apertura comercial, las privatizaciones, la desregulación de los mercados, la disciplina fiscal y la reforma impositiva.

El discurso que Williamson ofreció a los empresarios comenzó con una defensa de aquel documento, frente a los analistas que lo culpan por la aplicación de varias de las medidas, de ser las responsables de la crisis argentina.

Por el contrario, sostuvo que la Argentina cometió al menos dos errores que la llevaron al colapso: la rigidez cambiaria, ya que la convertibilidad fue una política "de alto riesgo", y la falta de estrictas políticas fiscales, "que hubieran sido necesarias para darle a la rigidez cambiaria una oportunidad para funcionar". Agregó que el país se ató al dólar "que no le correspondía", y mencionó al dólar australiano como una divisa que podría haberse adecuado mejor.

Williamson insistió en una serie de medidas que, según apuntó, serían la nueva agenda, ya que el Consenso de Washington tuvo "tantas interpretaciones, que ya pierde su utilidad". En tal sentido, las recomendaciones que enunció incluyen el diseño de una política fiscal anticíclica, que permita resistir las crisis; la flexibilidad del tipo de cambio, aunque con algunos esfuerzos por parte del Gobierno para evitar que haya excesivas desviaciones, y la no dependencia de los flujos de capital desde el exterior.

Distribución del ingreso

Además, aconsejó completar las reformas tendientes a la liberalización del mercado y a flexibilizar el mercado laboral. "No decimos que ésta es la principal causa del desempleo, pero es una reforma que debe alcanzarse", puntualizó el economista.

También se refirió a la necesidad de una agenda social, que prevea un programa para la redistribución del ingreso, con énfasis en políticas de educación, de créditos a microemprendimientos y de reformas agrarias que den a los pobres la propiedad de tierras, aunque aclaró que este último punto sería aplicable en otros países de América latina y no en la Argentina.

Williamson destacó en más de una oportunidad la necesidad de liberar el comercio, quitando las barreras al ingreso de productos. Al ser consultado por LA NACION respecto de la política agraria de subsidios aplicada en los países del Primer Mundo, y el fracaso de la última reunión de la Organización Mundial del Comercio en las gestiones para abolirlas, el economista se mostró partidario de quitar esas trabas. "No creo que vaya a encontrar a un economista que le diga algo a favor de la política agraria de los países de Europa; yo estoy a favor de la apertura", sentenció.

En rueda de prensa, Williamson se refirió a los posibles efectos de la guerra en Irak. "No es seguro que por los temores que causa la guerra en Irak los inversores no quieran venir a América latina", opinó. Respecto de la posguerra, señaló que habrá dificultades si