La colza merece su chance en la agricultura argentina
Tiene buenos precios. Es una alternativa al trigo. Se complementa muy bien con la soja. Pero sigue sin sembrarse en nuestro país.
Después de la soja, la segunda oleaginosa en el comercio mundial es la colza. En los últimos cinco años los países compraron y vendieron, en promedio, 8,8 millones de toneladas (Mt) del grano, 3,9 Mt de su harina proteica y 2,7 de su aceite. La producción mundial promedió las 36,8 Mt, por encima de la semilla del algodón y del girasol, las otras dos oleaginosas que le siguen en importancia.
Por el lado de los precios, en los puertos de la costa oeste de Canadá, la colza de ese origen, conocida como canola, tuvo precios promedio anuales que oscilaron entre los u$s187,5/t de 1992 y los u$s300,3/t de 1997, con un promedio de los últimos diez años de u$s248,5/tonelada.
Sin embargo, y a pesar de que la Argentina tiene muy buenas condiciones para este cultivo -que además por cultivarse en el invierno no sólo no compite con la soja, sino que la complementa- no participa del negocio.
Productores reacios
Desde comienzos de los ’90 que hay en nuestro país esfuerzos serios para impulsar la siembra del cultivo, que sin embargo no termina de prender entre los agricultores locales.