La recaudación sube, pero está en el nivel más bajo en 7 años
Medidos como porcentaje del tamaño de la economía, los ingresos reales del Fisco están apenas encima del nivel que tenían en 1996. Y desde entonces vienen cayendo todos los años.
Esto significa que la recaudación impositiva se achicó mucho más que la propia economía. Y la caída de los ingresos no fue mayor porque entraron en juego otros factores: creció la recaudación del impuesto a los débitos y créditos (más conocido como impuesto al cheque) que, en gran parte, dejó de ser tomado a cuenta de otros impuestos. Lo que evitó una baja todavía mayor fue que se reimplantaron las retenciones a las exportaciones. Aún así, en proporción, el Estado recaudó menos. Pero eso no agrandó el déficit fiscal (diferencia negativa entre gastos e ingresos) simplemente porque el gasto público cayó mucho más.
Esta caída de la presión tributaria por encima de lo que cayó el PBI se debe a que la recaudación del Estado se asienta fundamentalmente sobre el consumo, los salarios y las rentas (ganancias de las empresas y de las personas). Son rubros que se vienen desplomando año a año. No obstante, como los ingresos del Estado fueron menores al desplome general, se deduce que hubo un crecimiento de la economía no registrada ("en negro"). Eso habría sido resultado de la evasión directa o de las dificultades financieras de las empresas y personas para poder pagar.