El mercado de los bonos verdes
Como un aporte a la mitigación del efecto invernadero, el secuestro de carbono en bosques cultivados tendría valor económico y eso promoverá proyectos productivos sustentables
Parecería caprichoso referirse al calentamiento global e intentar una explicación sobre el Protocolo de Kyoto en un suplemento dedicado al sector agropecuario. Sin embargo, es desde la producción rural que se puede contribuir a mitigar los efectos del cambio climático y al mismo tiempo ingresar en un mercado que cotiza ese aporte ambiental. Hablemos claro. En un futuro cercano, la captura y almacenamiento de gases de efecto invernadero en bosques implantados de países que, como la Argentina, no tienen obligación de reducir esas emisiones supondrá un incremento de la rentabilidad por la venta de certificados que avalen tal contribución.
Según el Protocolo de Kyoto (firmado en 1997 en esa ciudad japonesa), una de las alternativas que tienen los países industrializados y en transición (incluidos en el Anexo I) para mermar el daño que provocan a la atmósfera es financiar proyectos de reducción de emisiones o de secuestro de carbono en países en desarrollo. Este tipo de iniciativas está inscripto en lo que se llama Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) y, en el segundo caso, comprende a la forestación y reforestación.