Después de la cosechadora

Los técnicos de AAPRESID hacen una serie de recomendaciones para evitar el "huellado" producto del paso de las trilladoras en zonas anegadizas.

28deMayode2003a las08:08
Muchas veces, por las condiciones climáticas de humedad que se dan en una amplia zona de nuestro país, durante la cosecha se realiza tránsito sobre terrenos de baja sustentación por lo cual se producen huellas y en mayor o menor medida compactación. Surge así la idea de realizar alguna labor con el objetivo de ''emparejar el terreno'' y de ''descompactar''. Pero sin saber es peor el remedio que la enfermedad, ya que al realizar esa labor se producen una serie de consecuencias negativas que superan ampliamente los beneficios que obtenemos de ellas", advierte en su sección "Lo importante hoy" (www.aapresid.org.ar), los técnicos de AAPRESID.

Entre otras consideraciones se preguntan ¿qué hacer en tal situación? Lo primero es tener especial cuidado durante la cosecha. Tratar de realizar la misma en condiciones de baja humedad del suelo, adelantarla en caso de lotes que se prevé tendrán problemas por ser bajos o tener napas cercanas a la superficie.

En caso de tener que cosechar igual lo ideal es hacerlo con máquinas livianas, con cubiertas de alta flotación, duales u orugas, la misma aclaración vale para los tractores y carros tolva, además de realizar la descarga de la tolva de la cosechadora en las cabeceras.

Planificar la siembra de estos lotes "problema" de manera que sean los primeros en cosecharse, antes de que las lluvias otoñales compliquen la situación.

También está disponible la posibilidad de aplicación de desecantes para anticipar el secado del cultivo y por lo tanto la cosecha.

En caso de no poder cumplir las alternativas anteriores y realizarse la cosecha no en las mejores condiciones de suelo lo que se debe hacer es dejar que los cultivos siguientes en la rotación recuperen la condición de estabilidad de la zona compactada.

Una buena opción son los cultivos de cobertura invernales, sobre todo algunos de raíces muy potentes como el nabo forrajero, que a densidades de aproximadamente 25-30 plantas por metro lineal de surco generan una raíz pivotante de alrededor de 1-1,5 cm de grosor que tiene un importante efecto.

Otra opción es el Melilotus que también tiene una raíz muy potente. Estas pueden sembrarse solas o acompañadas de gramíneas, o pueden sembrarse estas últimas solas, sin olvidarnos de su particular raíz en cabellera que tiene un efecto importantísimo sobre todo en los primeros centímetros del perfil.

Un papel de importancia lo cumple el trigo en aquellos sistemas en los cuales se lo incluya en la rotación ya que se suma a la lista mencionada en el párrafo anterior de cultivos beneficiosos para una condición de tránsito en húmedo.

Y por ultimo, no olvidarse que no roturar el suelo es una de las premisas básicas de la siembra directa, y la rotación de cultivos en sucesión adecuada y ordenada es la mejor manera de llevar al suelo a una condición de equilibrio similar a la de un ambiente natural.