Nielsen: el staff del Fondo sabotea la relación con el país

Reaccionó por un paper del organismo que señaló la posibilidad de reestructurar deuda nueva

03deJuliode2003a las08:39
Economía emitió un comunicado en el que rechazó esa alternativa y dijo que los Boden se honrarán
Transmitió además su preocupación al FMI por la filtración de documentos

El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, acusó ayer a funcionarios del staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) de querer sabotear la relación que la conducción de ese organismo logró establecer en los últimos tiempos con la Argentina y, en especial, tras la reciente visita al país de su titular, Horst Kšhler.

Nielsen reaccionó así luego de que el diario El Cronista Comercial publicó ayer detalles de un documento interno del FMI según el cual la Argentina debería incluir en la reestructuración la deuda emitida tras la cesación de pagos, en caso de no obtener una quita del 70% en el momento de renegociar las condiciones con los acreedores privados.

Curiosamente, el documento no plantea la misma posibilidad para con la deuda que la Argentina mantiene con los organismos internacionales.

"Un sector de la vieja burocracia del FMI está trabajando para sabotear la relación con la Argentina", sostuvo Nielsen al finalizar un acto al que asistió para poner en funciones como nuevo titular de la Comisión Nacional de Valores a Hugo Medida (ver Pág. 2), que hasta hace poco más de un mes lo había acompañado como subsecretario de Servicios Financieros del Palacio de Hacienda.

Nielsen aprovechó el acto, y la presencia de los medios y de banqueros, agentes bursátiles, compañías de seguros y empresas, para advertir a todos que se preparen "porque el proceso de renegociación de la deuda va a desatar tensiones, porque hay miles de millones (de dólares) en juego". Y les pidió que "no bajen la guardia".

Seguidamente garantizó que la deuda que el Estado emitió tras la cesación de pagos será respetada. "La Argentina no va a reestructurar la deuda emitida tras el default. Vamos a honrar los Boden (Bonos Optativos del Estado Nacional)", aclaró enseguida tratando de ser lo más explícito posible en un intento por espantar el fantasma de una modificación en las condiciones de esa deuda, que hasta aquí se consideraba fuera de toda nueva negociación.

La lista de los exceptuados

"En condiciones normales de mercado esto hubiera causado un daño terrible. Por suerte, hemos ganado la credibilidad suficiente para que esto se pueda entender como lo que es: una picardía", dijo. La conducta que mostraron ayer las cotizaciones de esos bonos en el mercado (subieron las cuatro series que operan en Bolsa -2007, 2008, 2005 y 2012-, entre 0,21 y 2,44%) parece concederle la razón al respecto.

La denominada familia de Boden ya está integrada por siete series de bonos de distinto tipo. Algunos fueron emitidos en dólares, otros en pesos ajustables por CER y hasta a tasa flotante. Los primeros fueron para compensar a bancos y pagarles a los ahorristas (Boden 2005, 2007 y 2012). Luego se sumaron otros para abonar el retroactivo a estatales y jubilados (Boden 08); para canjearles a los que aceptaban desprogramar depósitos acorralados (2006 y 2013), y para compensar a los bancos por el pago de amparos y cambio de la cláusula de indexación de los préstamos (Boden 2011).

La cifra comprometida en esta nueva deuda ronda los US$ 17.000 millones, aunque resta computar el monto de emisiones aún pendientes de concretarse. Por lo expresado ayer por Nielsen, quienes sean poseedores de estos bonos deberían estar tranquilos. Más aún, luego de que mediante un comunicado se ratificó también ayer que "la reestructuración de la deuda, cuyos pagos están suspendidos, alcanzará sólo a la anterior al 31-12-2001". En cuanto al proceso de reestructuración que lleva adelante, el secretario de Finanzas afirmó que las negociaciones con los acreedores privados apuntan a saber "dónde est