Luces amarillas en el FMI por la suba de jubilaciones y salarios

Ayer la delegación del Fondo mantuvo su última reunión con el equipo económico para revisar las metas del acuerdo vigente. Los técnicos, preocupados por el impacto de los anuncios oficiales

12deJuliode2003a las08:58

CLARIN.

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on la tercera revisión del convenio vigente cerrada, las conversaciones con el Fondo Monetario entraron de lleno en las condiciones que requerirá el próximo acuerdo de mediano plazo. En esta línea, los aumentos salariales anunciados por el Gobierno sumaron un punto más a la lista de los temas conflictivos que nutren la agenda del ministro Roberto Lavagna y el organismo multilateral.

Ayer, después de una reunión entre la delegación del FMI y el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, el Ministerio de Economía informó oficialmente que "la tercera revisión del acuerdo vigente ha terminado y se sobrecumplieron las metas monetarias y fiscales". Ahora falta que el directorio del FMI apruebe esa revisión, un trámite que posiblemente requiera de pedidos de "waiver" (dispensa) por parte de Argentina ya que algunas metas cualitativas no se cumplieron.

La reunión de dos horas de ayer en la oficina de Nielsen se centró en el programa de mediano plazo. Para seguir esta línea de trabajo los técnicos del organismo se quedarán varias semanas en el país. Pero el próximo lunes, el jefe de la misión, John Dodsworth, regresará a Washington. Recién el 28 de julio estará otra vez en Buenos Aires para retomar las riendas de la negociación política de mediano plazo. Según Economía, ese acuerdo podría incluir "la reprogramación de los vencimientos del segundo semestre del año". Para el Gobierno, es clave que el próximo acuerdo con el Fondo contenga un "roll over" (refinanciamiento) de las deudas con los organismos multilaterales, que suman 6.300 millones de dólares entre setiembre y diciembre. Esta semana Lavagna había lanzado una advertencia pública al FMI, al asegurar que no hay forma de pagarles en simultáneo a los acreedores privados y a los organismos.

De cara al nuevo acuerdo, las subas de las jubilaciones y los salarios que el Gobierno dispuso el jueves encendieron una luz amarilla en el FMI. "No hubo consultas previas por este tema. Pero sabemos que todo lo que se aparte de la receta tradicional les preocupa y seguramente el tema va a surgir cuando se profundicen las negociaciones", le dijo a Clarín una fuente de Economía. Sin embargo, en el Palacio de Hacienda confían en que el escenario internacional favorecerá ese nuevo acuerdo y estiman que aunque el Fondo se resista al principio, "terminará cediendo cuando vea que los aumentos salariales se traducen en un repunte del consumo. Lo mismo pasó el año pasado cuando decidimos bajar transitoriamente 2 puntos la alícuota del IVA. Primero dijeron que era inviable y entorpecía la negociación, pero al final lo dejaron pasar", se ilusionaba ayer un funcionario cercano a Lavagna.

Para lograr un acuerdo de mediano plazo, el Fondo exigiría que se aumente la pauta de superávit fiscal, se realicen reformas tributarias y del sistema financiero y se garantice la seguridad jurídica. En el Palacio de Hacienda insisten en que el acuerdo "podrá cerrarse antes de setiembre". Si el pronóstico se cumple, el país no tendrá que recurrir a las reservas para pagar los 3.200 millones que vencen el 9 de ese mes. "Confiamos en que habrá tiempo para