Argentina endurece su reclamo por el fin de los subsidios al agro
Visita del titular del organismo que regula el comercio mundial.
05deAgostode2003a las08:45
Argentina no está dispuesta a caer en una nueva trampa en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio y sólo se prestará a ellas si las grandes potencias reducen significativamente sus subsidios a la agricultura.
Ese fue el mensaje que recogió ayer el director general de la Organización Mundial de Comercio, el tailandés Supachai Panitchpakdi, durante su visita a Buenos Aires.
En una apretada agenda, Panitchpakdi visitó la Exposición Rural de Palermo, se entrevistó con el presidente Néstor Kirchner y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y participó de un seminario junto al ministro Roberto Lavagna.
El titular de la OMC, que fija las reglas del comercio mundial, recogió el mismo mensaje. Lavagna le dijo respecto a la próxima ronda donde se discutirá la liberación del comercio: "Tenemos un fuerte compromiso con la Ronda de Dohá lanzada por la OMC. Siempre que los grandes actores (EE.UU., la Unión Europea y Japón) acompañen. Pero no cualquier acuerdo nos sirve a nosotros ni al sistema multilateral", agregó Lavagna.
La OMC hará una cumbre ministerial en Cancún, México, en setiembre. Tanto el secretario de Relaciones Económicas Internacionales argentino, Martín Redrado, como Panitchpakdi se encargaron de bajar las expectativas. "El compromiso es terminar las negociaciones el 1° de enero de 2005, o sea que recién estamos a mitad de camino. Cancún debería marcar la cancha. Quizás avancemos conceptualmente, pero las negociaciones seguirán luego", dijo Redrado en rueda de prensa. A lo que el tailandés agregó: "No habrá éxito o fracaso, los ministros tomarán nota y esperamos que luego las negociaciones avancen con ímpetu".
En un seminario, realizado ayer en la Bolsa de Comercio, apareció el fantasma de la Ronda Uruguay, la última tarea que hizo el GATT, entidad que dio nacimiento a la OMC.
"La Ronda de Dohá prome tió ser ''del desarrollo'', no queremos otra Ronda Uruguay", dijo Lavagna. Se refería a que entonces los países pobres bajaron aranceles industriales, y se avinieron a discutir acuerdos TRIPs (patentes) y TRIMs (inversiones) "y obtuvieron muy poco a cambio".
A su turno, Ernesto Liboreiro, del INAI de Argentina, pidió no repetir la experiencia de la Ronda Uruguay y aconsejó al Gobierno tener "un Plan B" por si fracasa Cancún, en lo que no descartó que el país se retire de la OMC.
Luego propuso atar la negociación de la deuda externa argentina a estos temas así como estudiar una eventual demanda por daños a los distintos países.
Ese fue el mensaje que recogió ayer el director general de la Organización Mundial de Comercio, el tailandés Supachai Panitchpakdi, durante su visita a Buenos Aires.
En una apretada agenda, Panitchpakdi visitó la Exposición Rural de Palermo, se entrevistó con el presidente Néstor Kirchner y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, y participó de un seminario junto al ministro Roberto Lavagna.
El titular de la OMC, que fija las reglas del comercio mundial, recogió el mismo mensaje. Lavagna le dijo respecto a la próxima ronda donde se discutirá la liberación del comercio: "Tenemos un fuerte compromiso con la Ronda de Dohá lanzada por la OMC. Siempre que los grandes actores (EE.UU., la Unión Europea y Japón) acompañen. Pero no cualquier acuerdo nos sirve a nosotros ni al sistema multilateral", agregó Lavagna.
La OMC hará una cumbre ministerial en Cancún, México, en setiembre. Tanto el secretario de Relaciones Económicas Internacionales argentino, Martín Redrado, como Panitchpakdi se encargaron de bajar las expectativas. "El compromiso es terminar las negociaciones el 1° de enero de 2005, o sea que recién estamos a mitad de camino. Cancún debería marcar la cancha. Quizás avancemos conceptualmente, pero las negociaciones seguirán luego", dijo Redrado en rueda de prensa. A lo que el tailandés agregó: "No habrá éxito o fracaso, los ministros tomarán nota y esperamos que luego las negociaciones avancen con ímpetu".
En un seminario, realizado ayer en la Bolsa de Comercio, apareció el fantasma de la Ronda Uruguay, la última tarea que hizo el GATT, entidad que dio nacimiento a la OMC.
"La Ronda de Dohá prome tió ser ''del desarrollo'', no queremos otra Ronda Uruguay", dijo Lavagna. Se refería a que entonces los países pobres bajaron aranceles industriales, y se avinieron a discutir acuerdos TRIPs (patentes) y TRIMs (inversiones) "y obtuvieron muy poco a cambio".
A su turno, Ernesto Liboreiro, del INAI de Argentina, pidió no repetir la experiencia de la Ronda Uruguay y aconsejó al Gobierno tener "un Plan B" por si fracasa Cancún, en lo que no descartó que el país se retire de la OMC.
Luego propuso atar la negociación de la deuda externa argentina a estos temas así como estudiar una eventual demanda por daños a los distintos países.