Así, la soja es peligrosa

Miguel Campos cree que la soja y la agricultura permanente trajeron beneficios, pero también problemas. Por eso propone volver a las rotaciones.

09deAgostode2003a las07:27

Héctor A. Huergo. DE LA REDACCION DE CLARIN

Miguel Campos pasó su examen frente a la exigente tribuna de Palermo. Aprovechó el crédito de que goza todo gobierno nuevo y la buena onda que generan la conjunción de una buena cosecha y los altos precios internacionales, que compensan a las retenciones. Pero su discurso apenas mostró la punta del iceberg de sus ideas. Por eso este reportaje.

—Campos, se dice que no le gusta este avance de la soja en la Argentina...

—A la soja hay que agradecerle todo lo que aportó a los productores y a la economía nacional. Pero tenemos que pensar algún tipo de mecanismo para que se revitalice la rotación con otros cultivos como para darle estabilidad al sistema. Y hay que reconocer los problemas que se generan en algunas eocnomías regionales sensibles, como la del algodón, donde el desplazamiento por la soja genera problemas sociales.

Pero en el Chaco donde entró la soja, como en Charata, se ve más prosperidad...

—Puede ser que Charata sea más rica, porque con la soja entró mucho dinero. Pero la soja desplaza mano de obra que antes se empleaba en el algodón. Entonces hay que resolver el tema social. Lo que pasa es que la soja, con todo el paquete tecnológico de la siembra directa, las variedades resistentes a glifosato, etc., se ha hecho muy fácil de producir. Pero insisto, no se debe atacar a la soja porque ha dado grandes beneficios.

—La solución sería darle más competitividad al algodón...

—Por supuesto. Y al maíz y al trigo y a todo lo demás. Lo que queremos es que se trabaje en la misma línea con otros cultivos. Toda una facilitación para lograr una rotación sustentable. Y al mismo tiempo hay que darle herramientas a los productores para que piensen en la renta a largo plazo.

—Usted piensa que habría que volver a una rotación con ganadería en la pampa húmeda—.

—Hay que volver a la rotación agrícola ganadera. Es la única forma de recuperar la fertilidad de los suelos. Así, como ahora, la soja es peligrosa, por la extracción de nutrientes. No se está reponiendo el fósforo que se lleva, y esto lo plantea hasta la gente de Cargill. Este es un costo que no estamos contabilizando a la hora de medir los resultados. La mayor parte de los productores solo miran la renta de corto plazo. Si vinieron acá empresas grandes no es porque vieron agricultura continua sino porque vieron un sistema sustentable con rotación agrícola ganadera. Serán rotaciones más largas, y con mecanismos como la invernada intensiva o el tambo. Hay que volver al enfoque de portfolio con muchas alternativas de negocio.

Algunos sostienen que el problema del algodón son los 3.000 millones de dólares en subsidios de los EEUU a sus productores.

—Si no existiese el subsidios estaríamos produciendo 120 toneladas de granos y no 70. Pero esto afecta a todos los cultivos. Ahora le dijeron a Lavagna que la Argentina no tiene autoridad moral para plantear el problema de los subsidios porque acá tenemos retenciones. Es un planteo equivocado, por

ral porque el subsidio en el mundo desarrollado ha sido una política de estado, y la retención es una medida de coyuntura. Los subsidios tienen 40 años y las retenciones apenas uno...

—Ojo, las retenciones también en Argentina tienen más de 40 años. Solo se eliminaron durante los 90...y ahora volvieron.

Bueno —dice tras unos segundos de silencio—. Pero hay que entender que si no hubiera habido retenciones hoy no existiría la Argentina. No sólo para contener la crisis social sino para salvar a la Argentina. Ahora habrá que pensar en otros mecanismos de recaudación. No me parecen un buen imp