Un veranito en invierno

La presencia del presidente Kirchner en la Rural mostró un acercamiento del gobierno al campo. También estuvieron Scioli, Lavagna, Redrado, Nielsen y otros.

11deAgostode2003a las08:11
Al final, el presidente Néstor Kirchner fue a Palermo. Lo hizo el penúltimo día, a la tarde, cuando la Rural estaba llena de gente. Ya le había ido muy bien a Miguel Campos, secretario de Agricultura, en la inauguración del sábado. Pero la presencia de Kirchner fue un verdadero tumulto, exhacerbado por un grupo de ahorristas que se había infiltrado en el predio para protestar. Rodeado por guardaespaldas y funcionarios del gobierno (uno de ellos, el subsecretario de Economía Agraria Javier de Urquiza, increpó duramente a una ahorrista que le gritaba a su comprovinciano Kirchner), paseó por la muestra casi en andas, no pudo ver nada ni ningún expositor pudo hablar con él. Pero al final habló con la prensa y respondió lo que todos sabían: las retenciones llegaron para quedarse y sólo se reducirán o eliminarán cuando se garantice otra fuente de recaudación.

En la Rural celebraron de todas maneras la presencia del Presidente, un broche de oro para una exposición brillante. La buena onda de Kirchner se había puesto de manifiesto el viernes anterior, cuando sorpresivamente convocó a la cúpula de la Rural para explicar sus razones de agenda, que le impedirían e en la inauguración.

La cuestión es que al final todo el gobierno visitó Palermo 2003. Por ella fueron pasando el vicepresidente Daniel Scioli, y —también el lunes, pero por la mañana— el esperado ministro de Economía, Roberto Lavagna.

Lavagna recorrió la muestra acompaña do por Supatchai, el director de la Organización Mundial del Comercio, y el vicecanciller Martín Redrado. El ministro se detuvo en varios stands, aprovechando la calma matinal, y pudo conversar con los empresarios. Le dedicó especial tiempo a las embolsadoras de granos, una expresión de los avances de la agricultura argentina, que a las grandes cosechas ahora no adolece de falta de almacenaje.

También fue muy minuciosa la recorrida que había hecho el domingo el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien tiene un papel clave en la negociación de la deuda externa argentina. Nielsen, con larga vinculación con la agroindustria (fue agregado agrícola en Bruselas en los años 80) se armó una hoja de ruta para ver fierros, en especial sembradoras de siembra directa. "Es un tema clave para la competitividad agrícola de la Argentina, y esto tiene que ver con la capacidad del país para asumir sus compromisos", dijo.

La buena onda, en esta suerte de romance invernal, continuó en la semana con la entrevista que la dirigencia a pleno mantuvo con el vicepresidente Daniel Scioli. "El campo puso el hombro en la crisis, por lo que ahora hay que ponerle el hombro al campo", dijo, y ofreció ser el interlocutor ante el Poder Ejecutivo para la búsqueda de soluciones para el sector.