Deuda: pedirán 3 años de gracia
Hasta 2007, los acreedores privados no recibirán pagos por los bonos en default.
mbonelli@clarin.com
La Argentina no les abonaría a los acreedores externos privados durante los próximos tres años, de acuerdo a la propuesta que el equipo económico hará a los tenedores de bonos en default.
Así surge del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional, que el próximo sábado aprobará el directorio en la asamblea en Dubai.
Según pudo confirmar Clarín, en el texto de la carta de intención se establece que durante la vigencia del convenio —es decir, los próximos tres años— el superávit fiscal se usará sólo para honrar la deuda pública que en la actualidad se está pagando normalmente.
Para cumplir con esta cláusula acordada con el FMI, la Argentina exigirá un plazo de gracia de tres años a los acreedores privados, que acumulan una deuda total del orden de los 76.000 millones de dólares en bonos. A esto hay que agregar los préstamos garantizados por otros 26.000 millones de dólares.
La decisión confirma un anticipo exclusivo de este diario: la propuesta que presentará el Gobierno este fin de semana en Dubai, propondrá a los acreedores reiniciar los pagos de servicios de la deuda recién en el 2007.
La definición está incluida en la carta de intención elevada a Washington. En el punto octavo del documento se precisa que el superávit fiscal de 3 puntos del PBI previsto para 2004 y los que se definirán para 2005 y 2006, se destinará para seguir cumpliendo los pagos de la deuda que no está en cesación de pagos. El texto precisa que ese dinero (unos 12.750 millones de pesos) se utilizará para hacer "niveles suficientes de pago de la deuda en estado normal". Esto incluye los intereses a los organismos internacionales de crédito, los bonos del Estado nacional entregados a los ahorristas que salieron del corralón y los préstamos garantizados que aceptaron la pesificación.
Pero excluye todos los bonos de la deuda que dejaron de pagarse en diciembre del 2001, cuando el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá declaró el default en el Parlamento. Desde aquel momento, sólo se abonó deuda externa con los organismos financieros y se postergaron las obligaciones con los acreedores privados.
Un calificado funcionario de la Casa Rosada confirmó la existencia de ese párrafo de la carta de intención, que el presidente Néstor Kirchner revisó minuciosamente.
Esto contradice las afirmaciones de Horst Köhler, titular del FMI, quien dijo que el FMI no se involucraría en discutir los términos de la propuesta argentina para salir del default.
Con ese discurso, Köhler intenta evitar presiones de los bancos de inversión y de los países miembros del directorio del FMI, como Italia, Alemania, Japón y Canadá, que concentran la mayor cantidad de ahorristas afectados por la cesación de pagos argentina. Tal como quedó planteado el acuerdo, el FMI es ahora un acreedor privilegiado de la Argentina, pues cobrará intereses por US$ 2.100 millones hasta 2007.