En Wall Street creen que es insuficiente

Los inversores esperan una contraoferta

23deSeptiembrede2003a las08:11
NUEVA YORK.- La reacción contraria a la propuesta de pago del Gobierno a los acreedores privados era esperada. Pero lo que sorprendió ayer de economistas, analistas y bonistas de Wall Street consultados fue que el rechazo al plan argentino fue tal que el Gobierno ya tendría que estar pensando en una contrapropuesta para que las negociaciones progresen y no se sigan sumando las demandas en tribunales de Manhattan. "No es aceptable para nosotros o para la mayoría de los inversores que conocemos", dijo Francis Rodilosso, gestor de fondos de Van Eck Capital, y miembro del Argentine Bondholders Commitee o ABC, el comité que reúne a algunos acreedores privados de la Argentina en EE.UU. Lo que peor les cayó a los bonistas en esta ciudad fue que hasta ahora el Gobierno no había dado detalles del plan de reestructuración, que las reuniones con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, no habían despejado su incertidumbre, que no hubo negociación previa y, de un día para otro, el Gobierno aparece con una quita del 75%, a pesar de que este porcentaje de recorte era esperado.

"Es horrible, pero la primera parte de estos procesos siempre es negativa", dijo Alberto Bernal, de la consultora IdeaGlobal. Otros entendieron que al menos es un primer paso, pero sin duda coherente con el estilo del presidente Kirchner, "de golpear primero y luego sentarse a negociar", tal como se lo caracterizó en la conferencia telefónica que realizó el banco J. P. Morgan desde Dubai con sus clientes en esta ciudad. "Esta es una primera propuesta, no es la definitiva. Todavía queda mucho para hablar", dijo Hernán Slemenson, abogado del estudio argentino Marval O´Farrell en Nueva York.

Otros también se quejaron de la falta de detalle de la propuesta, de que no hubo lugar para preguntas más minuciosas, que, tal como se dijo antes, es una estrategia que parece ser clave en el equipo del Ministerio de Economía. Por otra parte, la sombra de más demandas judiciales contra la Argentina también volvió a surgir. "Creo que probablemente habrá un aumento en las demandas porque la Argentina seguirá con su oferta de tómalo o déjalo", dijo Abigail McKenna, miembro del ABC y administradora de deuda emergente de Morgan Stanley. Es que las declaraciones del ministro Lavagna -tal vez más dirigidas a los acreedores privados del país-, en las que dijo que aquellos que rechacen la propuesta ahora tardarán más tiempo en cobrar, tampoco fueron bien recibidas. "Los acreedores de la Argentina están curiosos por saber qué significa negociar para la Argentina. Hasta ahora, los argentinos no han hecho un esfuerzo de buena fe para que haya un diálogo positivo con los acreedores", agregó McKenna.

Al cero por ciento

Por el lado de aquellos que presentaron demandas contra el país en los tribunales de esta ciudad, la oferta del Gobierno no parece haber alterado su postura de no negociación. "Queremos la misma quita que le dieron al FMI, 0%", dijo Guillermo Gleizer, abogado de Macrotecnic International Corporation, firma que demandó al país por US$ 452.000 y tiene un fallo a su favor en suspenso en los tribunales de esta ciudad. De todas maneras, el abogado dijo que junto con sus colaboradores de la Argentina se tomará un tiempo para analizar la nueva propuesta argentina. Los próximos pasos de una negociación, que será larga y difícil, dependerá, según los consultados, de que el Gobierno mejore su propuesta. "Este plan podría tener hasta un rechazo del 30% de los acreedores y, así, cualquier negociación se complica", sentenció Bernal.

Por Alejandro Bianchi
Para LA NACION