Nueva ley de ganancias para granos

Pedirán a Kirchner que vete parcialmente la norma.

03deOctubrede2003a las08:46
El titular de Confederaciones Rurales Argentinas adelantó que se reunirá en forma urgente la cadena agroalimentaria para analizar la situación.

Los integrantes de la cadena agroalimentaria argentina, que rechazan la reforma del sistema de liquidación del Impuesto a las Ganancias en las exportaciones de granos convertida el miércoles último en ley por el Senado, reclamarán al presidente Néstor Kirchner el veto parcial de la medida.

“Vamos a pedir al Presidente que vete parcialmente la ley para trabajar conjuntamente en la elaboración de una alternativa sobre la base de la racionalidad y no de los prejuicios”, dijo el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Manuel Cabanellas.

El dirigente anticipó que en forma urgente se reunirá la cadena agroalimentaria, integrada por dirigentes de la producción acopiadores, corredores y agentes de las Bolsas de cereales, industriales y exportadores de granos de todo el país para analizar la situación. “Nuestra responsabilidad como dirigentes es apelar al Presidente de la Nación y solicitar que nos atienda para encontrar una solución consensuada”, indicó Cabanellas.

Los exportadores indicaron que la incertidumbre provocada por la nueva ley impondrá la aplicación de un seguro de caución en las compras de los granos que disminuirá el valor que perciben los productores. Sin embargo, el productor negó la posibilidad de que haya enfrentamiento entre los sectores.

“Nos quieren dividir pero no será posible. Vamos a conversar con los exportadores y buscaremos un acuerdo”, sentenció.
Por su parte, el presidente del Centro de Corredores y Agentes de Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Mario Marincovich, recién reelecto, indicó que “la medida no afecta a los exportadores sino a las exportaciones de granos del país”.

Para el dirigente la nueva ley “introduce una incertidumbre innecesaria que resta competitividad a nuestras exportaciones agrícolas y ensucia las operatorias a futuro, quitándole a la producción una herramienta fundamental para defender sus precios y sus intereses”.