Más aceptación del bono atado al PBI

Según Economía, los inversores institucionales empiezan a tomarlo en cuenta, frente a la propuesta de la quita del 75%.La indexación comenzaría en 2005, con un cupón bajoLos grandes bancos pidieron defender el valor de sus títulos, incluidos los BodenNueva misión de Nielsen

06deOctubrede2003a las08:09
El bono de reestructuración de la deuda que tendrá indexación según el crecimiento económico (la que comenzaría a aplicarse desde 2005) empezó a ser aceptado entre los inversores institucionales de los Estados Unidos.

En su reciente gira por Nueva York, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, pudieron percibir un clima más favorable a esta propuesta incluida en el menú presentado por la Argentina en Dubai. Altas fuentes del Palacio de Hacienda indicaron ayer a LA NACION que "hay una mayor aceptación" a la idea de presentar una serie de bonos. Al respecto, la estrategia oficial sería comenzar a aplicar estos bonos a partir de 2005, con un cupón más bajo que los otros títulos que formarán parte de la oferta que la Argentina presentará en los próximos meses.

Los más atractivos

A pesar del rechazo general que provocó la iniciativa formulada en Dubai, bonistas europeos admitieron que los títulos atados al PBI son los más atractivos del menú.

Originalmente, en EE.UU. la idea había sido rechazada casi por completo. Dos semanas después de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), al parecer algunos inversores comprendieron que la opción de ligar el pago de la deuda al PBI resultará menos "drástica" que un hair cut (quita) del 75%, tal como el que propuso el Ministerio de Economía en términos nominales.

Sin embargo, desde Wall Street un analista dijo a LA NACION que "ese bono sólo puede ser aceptado por los inversores locales". Posiblemente, Nielsen y su equipo también deban dedicar un gran esfuerzo -durante la gira que comenzarán el 20 del actual- a lograr que los tenedores de bonos acepten el plazo de 30 años de pago para los bonos Par y de tres años de gracia para comenzar a pagar la deuda en default.

Si bien el Palacio de Hacienda indicó que estas cifras "se discutirán" durante las reuniones con los grupos consultivos, en la propuesta presentada en Dubai -está disponible en la página de Internet de Economía- los plazos ya están definidos en forma implícita. En esta presentación no se incluyó un ejercicio que fue considerado previamente por los técnicos de la Secretaría de Finanzas: postergar el pago de los Boden más allá de su vencimiento original.

A pesar del trascendido periodístico que daba cuenta de un supuesto pedido de las principales entidades financieras que operan en la Argentina para que el Gobierno incluya los Boden en la quita de la deuda, una fuente muy cercana a Lavagna explicó que "el interés de los principales bancos es exactamente el contrario: que se respete el valor de sus títulos".

El propio ministro indicó en la intimidad que el trascendido "era una operación estúpida e irresponsable".

La fuente consultada por LA NACION detalló que "los bancos españoles (Santander y BBVA) imploraron para que no se tocara nada y el resto hizo un pedido, más moderado, en el mismo sentido". Estas apreciaciones fueron formuladas el jueves pasado durante el almuerzo organizado por la Reserva Federal de Nueva York, que encabeza Terrence Checki, en el sur de Manhattan.

La Fed, que es el principal organismo regulador del sistema financiero norteamericano, está preocupada por el impacto de los títulos públicos sobre el patrimonio de los bancos. Lavagna y Nielsen se comprometieron a que se respetarán las condiciones de los Boden y que se completará la compensación por el CVS, sin avanzar con las pérdidas generadas por los amparos judiciales.

Según la percepción recogida en Nueva York, hay una clara división de intereses entre los acreedores:

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