Lula busca reafirmar su alianza con Kirchner
Viene a afianzar las coincidencias entre ambos sobre el ALCA y el comercio mundial.
egosman@clarin.com
Son dos temas poco seductores y encima llenos de palabras técnicas. Pero tienen prioridad uno en la agenda de conversaciones entre los presidentes Néstor Kirchner y Lula da Silva, entre el jueves y el sábado de esta semana en Buenos Aires. Se trata del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
En esta visita oficial de Lula a la Argentina, los dos presidentes reafirmarán su intención de continuar juntos estas negociaciones internacionales. Y defenderán que se desarrollen a partir del Mercosur.
Para Brasil, el entendimiento con Néstor Kirchner será agua fresca en un verano que se anticipa tórrido y con presiones. El gobierno brasileño acaba de ser acusado por el representante de comercio de Estados Unidos, Robert Zoellick, de poner todas las piedras posibles en el camino de la integración continental.
Fue después del fracaso de la semana anterior en una reunión técnica en Puerto España (Trinidad—Tobago). Pero Zoellick ya había condenado a los negociadores brasileños por la creación del "Grupo de los 21", que se enfrentó en Cancún con Estados Unidos y la Unión Europea por causa de los subsidios agrícolas.
El refuerzo de la sociedad con Argentina es, en ese sentido, un elemento vital. Diluye la amenaza de "aislamiento" que aparece sobre Brasil por causa de sus orientaciones en política internacional. Argentina fue arte y parte en las decisiones y votaciones del ALCA y de la OMC, aunque los argentinos desarrollaron un perfil más contemporizador.
Pero el menor fervor en aquellas reuniones no significa diferencias de fondo. Fue el presidente Kirchner quien tuvo la idea de sacar a luz esta semana el Consenso de Buenos Aires, una declaración de principios que contiene una agenda "progresista". Plantea velar por los intereses domésticos y ponerlos como prioridad frente a compromisos internacionales, especialmente, frente a la deuda externa.
Kirchner tendrá varias horas a solas para compartir con Lula las preocupaciones regionales. Al brasileño le encanta el estilo sencillo del Presidente. Y a Kirchner le agrada comunicarse con un hombre capaz de hablar un portugués pausado.
El canciller Celso Amorim intuye que a pesar de las diferencias, y de las distancias idiomáticas, tiene un socio estable en la Argentina. E impulsó que Lula tendrá este jueves como primera actividad en Buenos Aires un encuentro matinal con escuelas bilingües portugués—castellano. La expectativa de Brasil en este encuentro fue descripta ayer por la columnista de Folha de Sao Paulo, Eliane Cantanhede: "Después del neoliberalismo y de la alternativa frustrada de Venezuela, la esperanza son Brasil y Argentina, Lula y Kirchner".