Los bancos ya estudian cómo vender la nueva deuda argentina
Deberán enfrentar a sus clientes y convencerlos de aceptar una quita.
14deOctubrede2003a las08:31
Las invitaciones ya están en poder de los bancos internacionales, más alguno local, que deberían, en nombre del Gobierno argentino, ofrecer el canje de bonos en default por otros que valen mucho menos.
No es un negocio cualquiera. El que acepte el bono estaría aceptando una fuerte quita sobre su valor nominal. Aunque quizá no una gran pérdida. Eso depende del momento en que compró el papel en el mercado. Si lo tiene desde su origen, le darán 25 por algo que pagó 100. Si lo compró en el último año, quizás hasta salga ganando. Esto, claro, siempre que el Gobierno le arranque a los inversores la quita del 75% que se propuso conseguir.
En Economía dieron a entender que las invitaciones serán aceptadas, porque ya hubo conversaciones previas con los bancos para evitar cualquier desplante. Por caso, a nivel local el banco Río hizo saber que prefería no participar de esta operación.
Un ejecutivo de banco que participó activamente de colocaciones de deuda de la Argentina en la década pasada, le confió a este diario que la negociación tendrá dos perfiles distintos. "Los bancos que salgan a negociar con inversores institucionales no deberán explicar demasiado la situación argentina. La parte más dura la llevarán quienes tengan que salir a negociar con los inversores minoristas, sobre todo en Alemania, Italia y Japón".
Un dato a tener en cuenta: no se invitó a ningún banco italiano. Allí, los inversores están furiosos no solo con la Argentina, sino con los bancos de ese país, cuyos ejecutivos recomendaron con ahinco la deuda argentina porque ofrecía rendimientos altísimos en comparación a la deuda de cualquier país europeo.
En cualquier caso, los especialistas admiten que la Argentina arrancó el proceso desde una posición inesperadamente dura y eso podría complicar todo.
El Gobierno encarará en diez días una gira internacional ("road show") para empezar a difundir la propuesta de refinanciación con la que shockeó al mundillo financiero en Dubai. El secretario de finanzas Guillermo Nielsen rodará por la Costa Este de Estados Unidos y Europa. El secretario de coordinación técnica, Leonardo Madcur, rumbeará para la Costa Oeste de EE.UU. y Japón.
En el medio, deberán pelear con uñas y dientes las comisiones que les pagarán a los bancos que salgan a vender un producto de difícil digestión.
No es un negocio cualquiera. El que acepte el bono estaría aceptando una fuerte quita sobre su valor nominal. Aunque quizá no una gran pérdida. Eso depende del momento en que compró el papel en el mercado. Si lo tiene desde su origen, le darán 25 por algo que pagó 100. Si lo compró en el último año, quizás hasta salga ganando. Esto, claro, siempre que el Gobierno le arranque a los inversores la quita del 75% que se propuso conseguir.
En Economía dieron a entender que las invitaciones serán aceptadas, porque ya hubo conversaciones previas con los bancos para evitar cualquier desplante. Por caso, a nivel local el banco Río hizo saber que prefería no participar de esta operación.
Un ejecutivo de banco que participó activamente de colocaciones de deuda de la Argentina en la década pasada, le confió a este diario que la negociación tendrá dos perfiles distintos. "Los bancos que salgan a negociar con inversores institucionales no deberán explicar demasiado la situación argentina. La parte más dura la llevarán quienes tengan que salir a negociar con los inversores minoristas, sobre todo en Alemania, Italia y Japón".
Un dato a tener en cuenta: no se invitó a ningún banco italiano. Allí, los inversores están furiosos no solo con la Argentina, sino con los bancos de ese país, cuyos ejecutivos recomendaron con ahinco la deuda argentina porque ofrecía rendimientos altísimos en comparación a la deuda de cualquier país europeo.
En cualquier caso, los especialistas admiten que la Argentina arrancó el proceso desde una posición inesperadamente dura y eso podría complicar todo.
El Gobierno encarará en diez días una gira internacional ("road show") para empezar a difundir la propuesta de refinanciación con la que shockeó al mundillo financiero en Dubai. El secretario de finanzas Guillermo Nielsen rodará por la Costa Este de Estados Unidos y Europa. El secretario de coordinación técnica, Leonardo Madcur, rumbeará para la Costa Oeste de EE.UU. y Japón.
En el medio, deberán pelear con uñas y dientes las comisiones que les pagarán a los bancos que salgan a vender un producto de difícil digestión.