La variedad RG se impone en el mercado mundial.

Brasil aumentaría en poco tiempo sus cultivos.

17deOctubrede2003a las08:07
Durante la campaña agrícola 2002/03, el primer productor mundial, Estados Unidos, sembró con estas variedades un 80% del área total.

Según un informe del INTA Pergamino, pese a la resistencia que generaron los productos biotecnológicos aplicados al agro en algunos países y en las organizaciones pro ecologistas, al menos, para la soja, la disputa parece consolidarse a favor de las variedades RG (transgénicas).

Durante la campaña agrícola 2002/03, el primer productor mundial, Estados Unidos, sembró con estas variedades un 80% del área total. La Argentina, tercer productor mundial, sin cifras oficiales, estaría cultivando un 97% del área total con sojas genéticamente modificadas.
Brasil, segundo productor mundial de soja, se encontraba presionado por los agricultores y desde el actual gobierno de “Lula” da Silva ya se autorizó a cultivar estas variedades, con lo cual su área podría incrementarse rápidamente desde niveles informales -ya relativamente altos- en los estados del sur del país.

Esto significa que, en pocos años, la oferta de soja de los principales países productores y exportadores se tornaría casi totalmente transgénica, con lo cual, desde el punto de vista de la producción mundial, la RG pasaría a ser la soja convencional.

El fin de la veda.

Según trascendió, Brasil formalizó esa decisión gubernamental revirtiendo una veda a la siembra de éstos cultivos en ese país. La medida fue presionada por los productores que reclamaron la posibilidad de incrementar sus áreas cultivadas, y por la inminencia de la siembra 2003/04 en varias regiones productoras de ese país. Esta medida oficial incluye un etiquetado para los granos transgénicos y el uso de las semillas originales respetando las patentes vigentes y a los detentores de la misma.

Se estima que Brasil, siguiendo el modelo de la Argentina, podría aumentar rápidamente su producción de soja dado que las actuales tasas de crecimiento de la superficie cultivada se acelerarían. De esta manera se consolidaría la preeminencia de la soja de sudamérica que ya ostenta la mayor producción mundial, así como en la ubicación en los primeros lugares en la exportación del grano y en la cantidad de complejos de molienda.