Harinas argentinas, al Caribe
Novedosa iniciativa de un molino radicado en Chivilcoy.La firma Martelletti Hnos. va por su segundo envío con destino a Trinidad y Tobago. El producto llega directamente a las góndolas.
Desde agosto, los consumidores de la caribeña isla de Trinidad y Tobago pueden optar por llevarse a sus casas harina de maíz argentina, en lugar de los tradicionales productos de origen norteamericano o venezolano.
El novedoso emprendimiento lo protagoniza la firma Martelletti Hnos. Molinos Argentinos SRL, que a partir del 2002 comenzó a desarrollar por cuenta propia el negocio de exportación -que hasta ese momento tenía tercerizado- y a vigorizarlo con la apertura de nuevos mercados.
“Se trata de una firma centenaria, de origen familiar, que busca crecer a través del agregado de valor de sus productos”, sintetizó Víctor Bustos, un licenciado en comercio exterior que desde el 2002 se encarga de las operaciones de exportación de la empresa.
La planta cuenta con dos molinos, uno para maíz y otro para trigo, con capacidad para procesar unas 300 toneladas diarias.
“El año pasado, con los vaivenes del mercado interno, el gerenciamiento de la empresa decidió encarar por la vía propia la exportación y allí aparecieron Centroamérica y Africa como dos mercados donde una empresa mediana como la nuestra tenía mejores oportunidades de competir”, comentó Bustos.
En marzo de este año, tomaron contacto con la Fundación Export-Ar, quien les facilitó información comercial y, a su vez, los puso en contacto con la embajada argentina en Trinidad y Tobago. “Este país es estratégico como plataforma comercial para operar en Centroamérica y el Caribe. Hasta se ha propuesto que Puerto España, su capital, sea la sede del ALCA”, comentó Bustos.
“La verdad es que la embajada allá trabajó muy bien. Nos enviaron un perfil del país y una guía de negocios que nos permitió conocer a posibles importadores y ponernos en contacto con ellos”, prosiguió.
Lo cierto es que a mediados de año partieron para Trinidad y Tobago los primeros contenedores con harina de maíz, que irían directamente a los consumidores caribeños. El embarque consistió en bolsas de 50 kg, que se fraccionaron allí mismo con el fin de abaratar costos.
Conquistar un mercado
El ingreso en ese mercado lo hicieron a través de un importador y distribuidor local. “Llegamos directamente con nuestras marcas Sarita y Martelletti, pero tuvimos que hacerles una readaptación no sólo del packaging, que hubo que hacerlo en inglés, sino también del producto”, explicó Bustos.
Es que la granulometría de la harina de maíz que se consume en la Argentina es mayor que la que buscan los consumidores caribeños, no sólo el público, sino también la industria que la usa como materia prima. “Aquí, con esa molienda, las máquinas de ciertas industrias se empastarían”, ilustró el entrevistado.
Bustos apuntó que para exportar tuvieron que lograr la habilitación de las plantas con esa finalidad, lo cual requirió un esfuerzo adicional. Por estos días, en la empresa se encuentran preparando el segundo embarque con destino a Trinidad y Tobago. “Recién en la segunda compra se puede decir que se está ingresando en el mercado”, destacó Bustos respecto de que el negocio empieza a tener continuidad. Lo distintivo de este segundo envío es que se despacharán directamente los paquetes de un kilogramo, listos para ser puestos en las góndolas de los supermercados.
En tanto, también se prepara el primer viaje del management de la firma a la isla caribeña. El objetivo es palpar el mercado in situ, tomar contacto directo con los clientes y preparar el desembarco en los mercados de la región. “Nos interesa particularmente el Caricom (Caribean Common Market), donde vemos muchas perspectivas, así como el mercado sudafricano”, explicó.
Molinos Martelletti Hnos. emplea d