Europa compensaría a bonistas afectados por el default argentino
El vicecanciller italiano, Mario Baccini, adelantó que la Unión Europea está estudiando la posibilidad de darle efectivo a los ahorristas y de emitir nuevos bonos para reemplazar a los que están en default.
Julio Algañaraz. ROMA CORRESPONSAL.
jalganaraz@clarin.com
Los países de la Unión Europea —y en primer lugar Italia, que cuenta con el mayor número de acreedores— podrían rembolsar con cash a los ahorristas "enterrados" desde fines de 2001 con bonos argentinos en default. Lo harían a través de una emisión de obligaciones y sustituyéndose como acreedores frente al gobierno de la Argentina.
El subsecretario de Relaciones Exteriores de Italia, Mario Baccini, fue quien anticipó esta noticia en una entrevista que publicará hoy el diario económico Milano Finanza, informó la agencia noticiosa ANSA.
Baccini explicó que el tema está siendo discutido entre el gobierno italiano y sus socios europeos. "Encontrando una voluntad común, la Unión Europea podría actuar con un plan similar a la emisión de los Bonos Brady que el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el gobierno de Estados Unidos, pusieron a fines de la década de los 80 para apoyar a algunos países en desarrollo", sostuvo.
El vicecanciller italiano dijo además que el Gobierno estudia también hacer una investigación a fondo sobre el comportamiento de los bancos italianos involucrados en la colocación de las obligaciones argentinas.
"En breve pediré al ministro de Relaciones Exteriores, Franco Frattini, que evalúe la la oportunidad de comenzar una pesquisa ministerial sobre la actitud de los bancos que colocaron entre los ahorristas privados los bonos argentinos", aseveró.
Baccini, según ANSA, agregó que la idea es estudiar caso por caso para determinar cómo se produjo todo este proceso que terminó con miles de italianos con sus jubilaciones perdidas.
En el horizonte, parecería vislumbrarse una gran tormenta para los bancos italianos. La pregunta es si vendrá el buen tiempo para los ahorristas italianos.
Otro interrogante es si la Argentina podrá hacer una negociación en términos muchos más políticos con el gobierno de Roma, que con los enfurecidos acreedores que perdieron el dinero de toda una vida.
De todos modos, habría que ver qué piensa el ministro Roberto Lavagna, y su negociador de la deuda, Guillermo Nielsen, porque todos los acreedores de la Argentina tienen que estar en pie de igualdad. No se puede favorecer a unos por encima de otros. Las condiciones del mercado tampoco son un dato menor en este tema.
Nielsen, justamente, llegará aquí a comienzos de la semana próxima para iniciar las primeras conversaciones con los bonistas italianos, que serán muy duras.
La principal asociación ha sido organizada por los bancos peninsulares, que bajo la dirección de Nicola Stock, un veterano dirigente bancario, han logrado mandatos de 465 mil ahorristas italianos por un total que oscila en torno a los 15 mil millones de dólares.
En las cumbres del gobierno italiano el problema de las obligaciones en default se está convirtiendo en un problema político de magnitud. El ministro de Finanzas, Giulio Tremonti, prácticamente acusa al autónomo gobernador de la Banca de Italia, el banco central, de haber controlado poco o nada las aventuras de los bancos, mientras duró el festival de bonos argentinos.
Ayer, el primer ministro conservador, Silvio Berlusconi, debió hacer una declaración negando que haya estallado un conflicto institucional entre el ministro de Finanzas (que equivale a nuestro titular de Economía) y el gobernador Fazio por la cuestión de los bonos de la empresa Cirio. La