Empieza la negociación con los acreedores por la quita de 75%
Los secretarios Nielsen y Madcur parten a una gira de diez días por varios puntos de Europa, Japón y EE.UU. Intentarán que se acepte la propuesta oficial para los US$ 87.050 millones de bonos en default.
20deOctubrede2003a las08:14
Si fueran en tren de turismo, el periplo sería envidiable: Zurich, Londres, Francfort, Roma, Nueva York y Tokio. Pero los secretarios de Finanzas, Guillermo Nielsen, y de Coordinación, Leornardo Madcur, pisarán a partir de hoy todas esas ciudades a las apuradas y sin margen para el regocijo: los funcionarios viajaron para empezar la negociación con los acreedores privados de la Argentina, que no cobran un centavo desde hace 22 meses y que anticiparon que no aceptarán una quita de 75%, como les propuso el Gobierno.
Nielsen y Madcur llevan instrucciones precisas: insistir con esa propuesta, anunciada por el ministro Roberto Lavagna en Dubai. En este punto, el Gobierno se mostró inflexible: "La quita no es del 73% ni del 72%, sino del 75%", dijo el titular de Economía, para marcar la cancha. Los bonos que deben renegociarse suman 87.050 millones de dólares.
Se anticipan discusiones ásperas. Por eso, algunos acreedores plantearon que si la Argentina hiciera "un pago de buena voluntad" el diálogo se haría más llevadero. Gran parte de los bonos emitidos por la Argentina, un 38,4% del total, está en el país, en manos de las AFJP, los bancos y de unos 500 mil ahorristas individuales. A estos acreedores se enfrentará el equipo de Roberto Lavagna en el último turno: entre 27 y el 30 de octubre, en el final de la gira internacional.
Antes de esa fecha, Nielsen pasará mañana por Francfort, Roma (el jueves), Zurich (el viernes), y Londres (sábado y domingo). Y la semana próxima cruzará el Atlántico y aterrizará en Nueva York, para emprender allí reuniones con los tenedores de títulos de Wall Street. La misión de Madcur será menos agitada pero no más sencilla. Hoy estará llegando a Tokio para dos días de reuniones. Y después visitará San Francisco, en EE.UU..
Los funcionarios, así, estarán primero cara a cara con los acreedores privados del extranjero. En esa franja, la mayoría pertenece a Italia, que concentra 15,6% de la deuda en bonos. Pero también son abundantes en Suiza (10,3%), Estados Unidos (9,1%), Alemania (5,1%) y Japón (3,1%).
La tarea de los delegados argentinos será la de "abrir canales de diálogo" y convencer a los tenedores de títulos públicos de que el mejor camino para recuperar su dinero es no asfixiar el actual proceso de recuperación que se registra en la economía. Llevan un número recién salido del horno: el crecimiento económico proyectado para este año se eleva ahora hasta un 7%.
Los funcionarios también desmenuzarán datos sobre la evolución de las principales variables financieras, cambiarias y fiscales. Destacarán el aumento de los depósitos bancarios y de los préstamos; la mejora de algunos sectores industriales; el incremento sostenido de la recaudación de impuestos; el superávit fiscal primario, en línea con las metas fijadas por el FMI; la aprobación de varias leyes clave para mejorar la seguridad jurídica de los inversores, entre otros temas.
La gira servirá también para tratar de frenar la ola de juicios iniciados por los acreedores contra la Argentina en los tribunales extranjeros. En Italia hay una enorme cantidad de bonistas individuales que intentan cobrar mediante juicios y embargos de activos argentinos en el exterior. Lo mismo ocurre en Nueva York, donde se presentaron demandas millonarias, y en Alemania. En Japón hay unos 50.000 ahorristas afectados por el default que todavía no decidieron medidas de acción directa. Pero están esperando las explicaciones de los funcionarios argentinos para decidir cuáles serán los próximos pasos que van a adoptar.
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Nielsen y Madcur llevan instrucciones precisas: insistir con esa propuesta, anunciada por el ministro Roberto Lavagna en Dubai. En este punto, el Gobierno se mostró inflexible: "La quita no es del 73% ni del 72%, sino del 75%", dijo el titular de Economía, para marcar la cancha. Los bonos que deben renegociarse suman 87.050 millones de dólares.
Se anticipan discusiones ásperas. Por eso, algunos acreedores plantearon que si la Argentina hiciera "un pago de buena voluntad" el diálogo se haría más llevadero. Gran parte de los bonos emitidos por la Argentina, un 38,4% del total, está en el país, en manos de las AFJP, los bancos y de unos 500 mil ahorristas individuales. A estos acreedores se enfrentará el equipo de Roberto Lavagna en el último turno: entre 27 y el 30 de octubre, en el final de la gira internacional.
Antes de esa fecha, Nielsen pasará mañana por Francfort, Roma (el jueves), Zurich (el viernes), y Londres (sábado y domingo). Y la semana próxima cruzará el Atlántico y aterrizará en Nueva York, para emprender allí reuniones con los tenedores de títulos de Wall Street. La misión de Madcur será menos agitada pero no más sencilla. Hoy estará llegando a Tokio para dos días de reuniones. Y después visitará San Francisco, en EE.UU..
Los funcionarios, así, estarán primero cara a cara con los acreedores privados del extranjero. En esa franja, la mayoría pertenece a Italia, que concentra 15,6% de la deuda en bonos. Pero también son abundantes en Suiza (10,3%), Estados Unidos (9,1%), Alemania (5,1%) y Japón (3,1%).
La tarea de los delegados argentinos será la de "abrir canales de diálogo" y convencer a los tenedores de títulos públicos de que el mejor camino para recuperar su dinero es no asfixiar el actual proceso de recuperación que se registra en la economía. Llevan un número recién salido del horno: el crecimiento económico proyectado para este año se eleva ahora hasta un 7%.
Los funcionarios también desmenuzarán datos sobre la evolución de las principales variables financieras, cambiarias y fiscales. Destacarán el aumento de los depósitos bancarios y de los préstamos; la mejora de algunos sectores industriales; el incremento sostenido de la recaudación de impuestos; el superávit fiscal primario, en línea con las metas fijadas por el FMI; la aprobación de varias leyes clave para mejorar la seguridad jurídica de los inversores, entre otros temas.
La gira servirá también para tratar de frenar la ola de juicios iniciados por los acreedores contra la Argentina en los tribunales extranjeros. En Italia hay una enorme cantidad de bonistas individuales que intentan cobrar mediante juicios y embargos de activos argentinos en el exterior. Lo mismo ocurre en Nueva York, donde se presentaron demandas millonarias, y en Alemania. En Japón hay unos 50.000 ahorristas afectados por el default que todavía no decidieron medidas de acción directa. Pero están esperando las explicaciones de los funcionarios argentinos para decidir cuáles serán los próximos pasos que van a adoptar.
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