La Argentina pasó a ser "el país de la deuda"

Ahorristas europeos exigen reglas claras

21deOctubrede2003a las08:12
FRANCFORT.- No hace falta mucho para descubrir lo que cambió la imagen de nuestro país en esta parte del mundo. "Ah, la Argentina, el país de la deuda externa", sueltan dos señoras en el tren que comunica el aeropuerto con la Hauphtbanhof, la gran estación ferroviaria que es la puerta de entrada a la ciudad alemana.

No llevamos ni siquiera una hora en este centro de negocios europeo que el tema sale en la somnolencia del tren semivacío por la boca de dos mujeres que no responden al perfil del especulador del mercado: son jubiladas y van al grano. No pasan por ninguno de los viejos tópicos de la caricatura argentina: ni fútbol, ni carne, ni la inmensidad de las pampas. "Nosotras no compramos bonos argentinos. Lo sabemos de otros que sí y ahora están arruinados. ¿Cree usted que les pagarán?", preguntan. El mismo interrogante se repite por distintos países centrales de Europa. Ahorristas de Italia y de Suiza acumulan juntos el 25% de los papeles de deuda en el exterior y a ellos se suma el 5% en poder de alemanes. Por temperamento son más discretos en la queja, pero no por eso menos firmes.

La moratoria de deuda más grande de la historia financiera causó fenómenos sociales igual de contundentes. En todos los países afectados se organizaron asociaciones de ahorristas que reclaman por lo suyo. Aquí en Alemania militan dos: la ABRA, que cuenta con el aval de los bancos locales, y la IGA, ahorristas privados sin apoyo institucional.

"Representamos a tenedores de bonos por US$ 1200 millones y dentro de muy poco seremos el grupo más importante si los ahorristas japoneses concretan su deseo de unirse a nosotros", dijo a LA NACION Petra Krull, de ABRA.

Tienen diferencias de criterios en su modo de actuar, pero en lo profundo comparten objetivos de negociación. Para empezar, rechazan la quita de un 75 por ciento anunciada por el gobierno argentino y les molesta que sí se respeten los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial.

Imágenes menos gratas

También les llama la atención que la monumental moratoria no incluya a los bonos emitidos en 2002, los Boden, que se respetarán íntegramente. Una generosa porción de esos papeles está en manos de la banca española en la Argentina. "Nos alegra pensar que esos compromisos se cumplirán", dijo ayer el ministro español Rodrigo Rato. Eso tal vez explica por qué en España la moratoria no tendrá el impacto que sí tiene en Italia, Alemania y Suiza. La mayor coincidencia entre todos es, hasta ahora, la voluntad de diálogo y compresión hacia las dificultades del país. Pero quieren que se les hable claro. Por eso, la Argentina ya no es más el país de la carne, el fútbol y el campo enorme. La primera impresión que se recoge es que en el corazón de Europa, la Argentina se asocia ahora con imágenes menos gratas.

Por Silvia Pisani
Enviada especial