La quita de 75% es lo mejor que la Argentina tiene para ofrecer

Lo dijo el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, ante acreedores en Alemania. Mantuvo las primeras reuniones para reestructurar la deuda en default. Entre otros, asistió el Deutsche Bank.

22deOctubrede2003a las08:15
Araceli Viceconte. BERLIN CORRESPONSAL.
aviceconte@clarin.com

El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, arrancó ayer en Alemania la primera pulseada con los acreedores privados de la Argentina con una posición muy dura.

"El 75 por ciento de quita no es un capricho. Es lo mejor que la Argentina tiene para ofrecer", dijo a Clarín, luego de encontrarse en la sede del banco Lazard Freres, en Francfort, con representantes del Deutsche Bank y DZ Bank.

"Argentina tiene limitaciones importantes en materia financiera", reiteró el funcionario ante los acreedores, sin apartarse ni un ápice de los lineamientos para la reestructuración de la deuda, anunciados en setiembre en Dubai. Pero esa propuesta sólo causó decepción entre los bonistas alrededor del mundo.

Por ejemplo, un analista del DZ Bank, Mauro Toldo, dijo tras ver a Nielsen que "la gente no está esperando que le paguen todo el capital invertido y todos los intereses anteriores. Lo que están esperando es que les hagan una oferta que consideren justa".

"Eso —continuó diciendo Toldo— tendría buena aceptación en el mercado, porque los inversores también ven que existe un problema social en la Argentina y que no tienen capacidad de pago para toda la deuda acumulada".

Nielsen no sólo se encontró con los mayores bancos de Alemania, sino que también se hizo tiempo para ver a otros grupos de acreedores, como el llamado IG-Argentinien.

El titular de esta organización, Stefan Engelsberg, un personaje colorido que persigue al viceministro por todo el mundo, llegó a la reunión con un regalo para el funcionario: una postal de Francfort de 1945, cuando la ciudad quedó totalmente destruida por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.

"Le dije que nosotros sabemos qué es reconstruir", contó Engelsberger a Clarín. "Pero también le aclaré que yo y muchos otros inversores no aceptarán la quita del 75 por ciento", subrayó.

Nielsen, sin embargo, dejó de lado a la gente del ABRA, el gru po liderado por el ex ministro de Hacienda de México, José Angel Gurría, y el economista norteamericano Adam Lerrick. Esta organización dice representar a inversores que tienen 1.200 millones de euros en títulos de la deuda. Ellos cobrarán una comisión por negociar con el Gobierno argentino, y tal vez por eso, no hay interés en abrirles la puerta.

"Si no nos invitan, no podemos invitarnos solos", dijo a Clarín un portavoz del ABRA.

Nielsen acusó al ABRA (que quiere decir Agencia de Reestructuración de los Bonos Argentinos) de "distorsionar el principio de no discriminación" entre todos los tenedores de bonos.

Pero con un diario alemán, el Boersen-Zeitung, el secretario fue más lejos: "El ABRA quiere hacer negocios. Personas con nombre y con prestigio utilizan la situación para ganar dinero. Aquí hay muchos intereses y mucho dinero en juego".

Un día de reuniones tan agitado sólo pudo generar enorme cantidad de versiones. Una de ellas señalaba que el Deutsche Bank estaría interesado en convertirse en el "lead manager" para la emisión de los nuevos títulos de la deuda reestructurada, que son los que reemplazarían a los 152 bonos en default.

En los pasillos del elegante ho tel Frankfurter Hofse, por donde circuló ayer Nielsen, se hablaba también de la posibilidad de que se emita un bono par con intereses de entre 0,5 y 1,5 por ciento y plazos