Ofensiva de Nielsen en Nueva York
Ante las críticas al plan para pagar la deuda, recordará la "complicidad" de los inversores en el default.
John Taylor dijo que la administración Bush no tomará posición respecto de la reestructuración.
El secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, sabe que hoy tiene una escala difícil en Nueva York y piensa defenderse acusando a los acreedores institucionales de los Estados Unidos de ser "cómplices" del crecimiento insostenible de la deuda pública que provocó el default a fines de 2001.
Nielsen llegó anoche a Manhattan para reunirse entre hoy y mañana con los fondos institucionales de inversión y los analistas de los bancos de inversión de Wall Street.
La jornada de ayer no fue muy auspiciosa para el Gobierno, ya que al embargo en Italia (ver aparte) se sumaron las declaraciones del subsecretario del Tesoro de los EE.UU., John Taylor, que dijo que "no sería inteligente" que la administración Bush se involucre en la negociación entre la Argentina y los acreedores privados. El gobierno de Bush, indicó Taylor en Nueva York, "no debería tomar una postura en relación con la reducción" de la deuda.
Tras el fuerte rechazo a la propuesta oficial para la reestructuración que recibió durante su gira en Europa, el secretario de Finanzas cree que la reacción de los acreedores en la capital financiera de los EE.UU. será más suave, ya que "la conversación será entre profesionales", indicó a LA NACION una fuente del Palacio de Hacienda.
En todo caso, si las protestas contra la quita nominal del 75% o contra los bonos par que se pagarán en un plazo superior a 40 años subieran de tono, Nielsen tiene pensado recordarles a sus interlocutores que "fueron cómplices del mantenimiento de la convertibilidad y de operaciones nefastas como el megacanje", realizado en 2001 por el entonces ministro Domingo Cavallo, según la fuente.
"La reacción no puede ser diferente de lo que se escuchó en Europa, aunque debería quedar en claro que muchos de los que van a estar invitados en Nueva York fueron cómplices del desastre", remarcó el funcionario en voz baja, en un anticipo del clima negativo que se prevé en Manhattan.
No se ampliará el stock
Además, el secretario de Finanzas ratificará que no hay ninguna posibilidad de ampliar el stock de la deuda elegible. "Tajantemente, no", es la posición escuchada en boca de Nielsen respecto de los pedidos para incorporar los préstamos garantizados o los Boden, entre otros títulos.
Posiblemente, los analistas de los bancos de inversión formulen este reclamo en la reunión que tienen programada hoy, a partir de las 15, en el consulado argentino, con Nielsen y otros funcionarios del área financiera. Los analistas de Wall Street le dejarán en claro que, tal como se planteó la oferta argentina, un 50% de los acreedores -en su mayoría extranjeros- preferirán esperar un nuevo plan para obtener mayores beneficios.
Cansados por el viaje por Europa -y Japón, en el caso del secretario de Coordinación, Leonardo Madcur-, los funcionarios de Finanzas preparan la última etapa de diálogo con los grupos consultivos, para avanzar luego en la selección del sindicato de bancos que liderarán la negociación formal con los acreedores.
Para evitar suspicacias, evitarán todo contacto en Nueva York con las entidades extranjeras invitadas a esta preselección.
Mientras tanto, en Buenos Aires hoy se dará a conocer una "presentación" detallada y un "modelo" de la renegociación de los US$ 87.050 millones en default.
Nielsen dejará Manhattan mañana por la noche, pocas horas antes del fallo que debe emitir este viernes el juez Thomas Griessa en relación con el reclamo del fondo buitre EM, propiedad de Kenneth Dart, por US$ 700 millones, contra el país. Una buena parte de los funcionarios del Palacio de Hacienda está resignados a que Griessa obligue