El país ofrece pagar la deuda en un plazo de hasta 42 años

Las tasas propuestas son bajas: del 0,5 al 5% anual; reestructuran US$ 88.000 millones.Habrá bonos par, con descuento y "cuasi par".La emisión de títulos capitalizables y atados al PBI está en duda.Justifican la exclusión de los Boden, los préstamos garantizados y la deuda con organismos.

29deOctubrede2003a las08:08
La Argentina reestructurará una deuda de US$ 88.000 millones en default en diciembre próximo, con quitas del 30 al 75% (con la excepción del bono par, sin quita), tasas de interés del 0,5 al 5% anual y plazos de pago de 8 a 42 años.

Según informó ayer el Ministerio de Economía, habrá tres clases de bonos en la oferta prevista para el último mes del año, que se canjearían a mediados del año próximo. El bono de "descuento" presentará una quita del 75%, con una tasa de interés incremental que variará entre el 1 y el 5% y una vida promedio de 8 a 32 años.

Los títulos a la par, que pagarán una tasa de interés fija del 0,5 al 1,5 por ciento, tendrán una extensión de 20 a 42 años. El mismo período de vida regirá para los bonos "cuasi par", con una tasa fija que rondará entre el 1 y el 2 por ciento.

En una presentación de 61 páginas, que está disponible desde ayer a la tarde en el sitio de Internet del Palacio de Hacienda (www.mecon.gov.ar), se explican los elementos básicos de la propuesta: bonos "a descuento", a la "par" y la posibilidad de emitir títulos capitalizables, y variantes de los mencionados previamente con un cupón de valor más bajo y un rendimiento ligado al crecimiento económico.

Fuertes dudas

La duda respecto de la viabilidad de estas últimas dos opciones se explica porque el bono capitalizable se emitirá si cuenta con el visto bueno de sus destinatarios (básicamente, las AFJP) y el bono atado al PBI genera demasiadas dudas en el mercado en relación con su valuación.

Aunque el ministro de Economía, Roberto Lavagna, dijo anteayer que el bono ligado al PBI se emitirá con seguridad, los inversores institucionales -a diferencia de algunos minoristas europeos- no lo aceptan. Para defenderlo, la presentación de la Secretaría de Finanzas indica que el componente adicional del cupón -que será menor al de los otros bonos- se podrá separar del título. Además, se buscará desarrollar un mercado para ese componente adicional del cupón separado.

En cuanto a los interrogantes surgidos por la medición del PBI, Finanzas remarcó que "el crecimiento es más fácilmente predecible que las tasas de interés", que el Gobierno no subestimaría el incremento del nivel de actividad "porque esto sugeriría un fracaso de su política económica" y que el Indec elabora sus datos sobre la base de principios internacionales.

Como antecedentes de esta clase de instrumentos se mencionan los mecanismos de actualización del valor incluidos en los planes Brady de Venezuela, México y Uruguay -donde los bonos evolucionaban según el precio de sus commodities-, la actualización con el PBI en los casos de Costa Rica, Bulgaria y Bosnia, y con la inflación "en muchas economías avanzadas y emergentes".

La deuda de capital por reestructurar suma US$ 88.000 millones -frente a la cifra de US$ 94.300 millones difundida en la propuesta original presentada en la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Dubai-, mientras que los intereses totalizan US$ 18.700 millones, con los atrasos de los últimos dos años, aunque este monto no será reconocido en la renegociación. En Dubai, el Gobierno afirmó que no pagaría intereses, aunque se estima que finalmente habrá un reconocimiento parcial por este concepto. Sin embargo, hasta ahora los títulos soberanos argentinos que más han caído en el mercado son aquellos que contienen un mayor componente de intereses.

Por otra parte, el equipo negociador que encabeza Guillermo Nielsen detalló los motivos para excluir tanto a los Boden como a los préstamos garantizados. En el primer caso