El avance apícola, con frentes de tormenta
La apicultura de Córdoba se debate hoy entre las buenas y las malas noticias. Por un lado, los excelentes precios internacionales están permitiendo una buena performance económica de los apiarios, al tiempo que cientos de nuevos apicultores se suman al plantel productivo provincial.
La apicultura de Córdoba se debate hoy entre las buenas y las malas noticias. Por un lado, los excelentes precios internacionales están permitiendo una buena performance económica de los apiarios, al tiempo que cientos de nuevos apicultores se suman al plantel productivo provincial.
De todos modos, la expansión de la frontera agrícola está expulsando a las colmenas hacia regiones marginales, con una baja considerable en los rindes. Sumado a ello, la detección en Inglaterra de nitrofurano en mieles argentinas puso sobre alerta a los mercados internacionales, lo que representa una amenaza para el avance de las exportaciones. En este marco ambivalente que enfrenta la actividad, los actores del sector se muestran optimistas, mientras planifican el desarrollo de sus unidades productivas con perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
Cuestión de Estado
La apicultura cordobesa ha experimentado un crecimiento vertiginoso en los últimos años. El número de apicultores se duplicó: pasó de 1.500 a fines de la década anterior, a más de 3.100 actualmente registrados.
La cantidad de colmenas en actividad ya supera las 320 mil en toda la provincia, con un volumen de producción de miel de 11,2 mil toneladas por año. Si se contabilizan las colmenas no registradas, el número de abejeras puede superar las 450 mil unidades, mientras que la producción alcanzaría las 20 mil toneladas.
