La soja sigue en la mira: todos quieren castigarla

Los argentinos vivimos, desde hace 70 años, de confusión en confusión, de traspié en traspié. Saltamos de lo psicópata a lo paranoico en un constante juego pendular.

19deNoviembrede2003a las08:54

Lo único constante e inmutable son dos problemas: el recurrente déficit fiscal y la cultura rentística nacional en la mayoría de la población y sus gobernantes. Todos quieren que el otro pague la cuenta. Los gobiernos quieren que paguen los agricultores, los industriales (al menos la gran mayoría) quieren que pague el gobierno, los productores y también los consumidores (por ejemplo, con tasas de interés negativas con respecto a la inflación, promociones industriales, exenciones impositivas, abastecimiento con bajos precios de materias primas o altos precios internos de sus productos, incluso mayores a los internacionales, etc. etc.).

La explicación para el primero de los problemas es la enfermiza insistencia de seguir gastando más de lo que se genera, de lo que se gana. Es igual que en casa de uno, si gasta más de lo que gana, primero acaba con los ahorros (si los hubo), luego se endeuda y después quiebra.