Presión del FMI para mejorar la oferta a los acreedores
Admiten trabas para que se apruebe la primera revisión del stand by de 3 años. Economía afirma que el Grupo de los Siete está presionando al organismo. Cree que Italia es uno de los países más duros. Sigue la discusión para elegir los bancos.
La reestructuración de la deuda en default complicó la relación entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se resiste a aprobar la primera revisión del acuerdo de tres años prevista para mediados de este mes.
Una alta fuente del Palacio de Hacienda reconoció ayer a LA NACION que "hay una situación tensa" con el FMI, basada en la presión que ejerce el Grupo de los Siete (G-7) para que el Gobierno mejore su oferta a los acreedores privados en la renegociación de US$ 82.000 millones en default y redoble la presión fiscal puertas adentro del país.
"Hay gente en el FMI que no acepta los términos de la carta de intención", indicó un funcionario del gabinete económico.
Entre estos sectores duros presuntamente se ubica, una vez más, la directora ejecutiva del organismo multilateral, Anne Krueger. El viernes pasado, el subsecretario del Tesoro de los Estados Unidos, John Taylor, expresó en una entrevista con la agencia de noticias Reuters algunas dudas respecto de la aprobación de la primera revisión del nuevo stand by en el board y, por lo tanto, de los nuevos desembolsos previstos en el acuerdo.
Dudas