El futuro de la ganadería argentina

El crecimiento de la soja en Argentina ha provocado grandes cambios, no sólo en la balanza comercial sino en el contexto agropecuario total del país. |&nbsp;El crecimiento de la soja en Argentina ha provocado grandes cambios, no sólo en la balanza comercial sino en el contexto agropecuario total del país. La coparticipación de la región pampeana por parte de la agricultura y la ganadería hace que esta última no pueda abstraerse del avance de aquella. La diferencia de rentabilidad actual de ambas actividades podría llevar a pensar que difícilmente la producción de carne pueda tener un gran crecimiento mientras se mantenga la demanda y el precio que hoy tiene en el mercado internacional el "cultivo divisa". <p>Sin embargo son varios los factores que definen la producción de carne en el país. Esto hace que el tema merezca un análisis más pormenorizado. La superficie destinada a la soja tuvo en los últimos años un incremento sin precedentes en la mayoría de las provincias de la pampa húmeda, sin embargo no en todas lo hizo de la misma manera". [Ing. Daniel Rearte - Director de Ganadería - SAGPyA].</p><p>"Argentina, tiene la ventaja de contar con un sistema de producción pastoril que permite la obtención de una carne que además de ser reconocida internacionalmente por su calidad expresada en terneza, jugosidad y demás características organolépticas, es de alto valor nutracéutico (contenido de nutrientes con efectos beneficiosos para la salud humana), justamente lo que hoy prioriza el mercado de alimentos. Por otro lado, tampoco existen muchos países que cuenten con granos de cereales de tan bajo costo, lo que asegura competitividad también en la producción de carne en base a granos para aquellos mercados que los demanden.</p><p>Otro tema en que los sistemas productivos de nuestro país obtienen ventajas competitivas es en el de la sustentabilidad ambiental. El tipo de intensificación implementado en la última década no sólo no afecta el medio ambiente y los recursos naturales, sino que incrementa su sustentabilidad. Analizando por ejemplo el flujo del nitrógeno y el fósforo en el sistema de producción (tema que tanta consideración tiene hoy en el Hemisferio Norte como consecuencia de una incorporación incontrolada de agroquímicos durante décadas al sistema), vemos que los moderados niveles de fertilizantes aplicados en nuestros sistemas pastoriles intensificados no sólo no son excesivos, sino que reponen al sistema parte de lo que se extrae cada vez que se saca un animal del campo. Es decir los sistemas pastoriles intensificados actuales son más sustentables y amigables con el medio ambiente que los tradicionales pastoriles del pasado, donde la no fertilización de los campos le daba a la actividad características más mineras que productivas.<br>Similar situación se presenta con la responsabilidad que le cabe a los vacunos en la producción de gas metano y sus efectos en el recalentamiento del planeta. Los rumiantes son después de la explotación minera, la principal fuente de contaminación ambiental con metano, sin embargo su producción está condicionada a la calidad de la dieta siendo menor a medida que aumenta su digestibilidad. Esto significa que los novillos producidos sobre pasturas de alta calidad y suplementados con silo de maíz o concentrado, generan una menor producción de metano que los producidos solo a pasto o sobre pasturas de inferior calidad.</p><p>Concluyendo se puede decir que Argentina cuenta con todas las condiciones para crecer en el negocio de la carne. Quizás no lo haga con grandes volúmenes como ocurre con Brasil, pero sí lo podría hacer a través de la colocación de cortes de altos precios, con mayor valor agregado, provenientes de sistemas de producción identificados y comprobados en su sustentabilidad ambiental"...<br><br>Disertantes: - Alberto Quiroga (INTA Anguil) - Augusto Tamagnini, Carlos Rodríguez, Cesar Ojuez, Gustavo Lipps,