En un clima de escándalo, dieron por cerrada la audiencia del gas
Había sido convocada para debatir la suba de tarifas acordada por el Gobierno y las petroleras. Pero gritos y golpes impidieron la discusión. Más de 70 oradores deberán presentar su opinión por escrito.
Quien interrumpió a Formica fue Rubén Manusovich, de Fedecámaras, quien instó a los presentes a cantar el Himno Nacional. Muchos se sumaron al coro. El dirigente aprovechó las cámaras de TV para explicar que se iba de la audiencia porque "todo esto está preparado, no podemos opinar". Minutos después, Formica logró retomar la audiencia, que entró en su etapa más orgánica, cuando expusieron las petroleras: ejecutivos de Pan American Energy, Repsol YPF, Wintershall, Total y Petrobrás coincidieron en presentaciones de tono técnico que buscaban demostrar que, pese a la devaluación y los "precios congelados", habían seguido invirtiendo en exploración y explotación, y que la producción de gas había aumentado. Toda una respuesta a los planteos del Gobierno, que señalan justamente lo contrario.
El planteo de los usuarios era: "Todo esto es una burla, está todo arreglado. Acá no se puede debatir nada", decían. Esa idea fue respaldada por el diputado nacional, Mario Cafiero, quien esgrimió como argumento las declaraciones del presidente Néstor Kirchner sobre la "extorsión" que ejercieron las petroleras para aumentar los precios del gas.
"Usted no puede actuar como un cómplice de las empresas y debe parar de inmediato esta audiencia", disparó Cafiero contra Formica. "Esta reunión fue dispuesta por un decreto presidencial y sólo un juez puede ordenar su suspensión", retrucó el titular del Enargás.