La Argentina debería terminar con su política brasil dependiente
La crisis desatada en Brasil está impactando de lleno en el país. Una vez más, una política monetaria y económica más dependiente del exterior que de la propia estructura económica hace que al país lo lleve de las narices los problemas económicos internacionales.
Si bien es cierto que la Argentina está un escalón más abajo que Brasil ya que no pagó la deuda pública externa, no es menos cierto es un país que tiene una economía cerrada, alta presión tributaria y cuenta con la gran ventaja de tener un mercado de 200 millones de habitantes que hace multiplicar por cinco los negocios que se hacen en la Argentina. Así la crisis desatada en los mercados financieros internacionales no afecta directamente al país pero sí a su principal socio comercial, con quien intercambia el 25% del comercio exterior argentino, por ende, una devaluación del real no acompañada por una devaluación del peso hace encarecer a los productos argentinos y pone baratos a los de Brasil. En cambio, si la Argentina devalúa al mismo ritmo de Brasil se mantiene el equilibrio, aunque los problemas en el mercado doméstico pueden ser más preocupantes de los imaginados.
Ahora habría que observar cuáles pueden ser las posibilidades de una suba en el tipo de cambio en el país vecino, algo muy difícil de precisar a futuro máxime cuando hay innumerable cantidades de variables macroeconómicas a tener presente y difícil de interpretar cuando se trata de otro país y otra idiosincrasia. Pero si se hace un relevamiento de la cotización del real en los últimos dos años, con esos datos se puede decir que en los últimos 12 meses el real contra el dólar nunca cotizó por encima de 3.