Para los analistas demuestra que, más allá de las demoras y los vaivenes, los agentes financieros siguen convencidos que la operación que quedó en suspenso finalmente se concretará y en un plazo razonable, pese a que los negocios se realizan a ciegas, ya que al no haber fecha cierta de entrega de los nuevos bonos, no la hay tampoco para la liquidación final de las transacciones que, por su naturaleza, atan su suerte a la de la reestructuración o el canje que le dio razón de ser.

La dilación en el cierre del canje, sumada a la inquietud y el conflicto que se creó por la decisión del Mercado de Valores (Merval) de dar marcha atrás con la misma operatoria a fines de marzo por no prever posibles complicaciones en la concreción final de la compleja reestructuración -contrariando los estándares que internacionalmente se siguen para este tipo de negocios-, sí hizo mella en el volumen de las operaciones y planchó las cotizaciones de los nuevos bonos, las que se mantuvieron prácticamente inalterables desde entonces.

Entre marzo pasado (es decir, cuando se pensaba que la emisión de los nuevos bonos se haría en la fecha prevista) y este mes los negocios se contrajeron un 77%, al caer de poco más de $ 1100 millones a poco menos de $ 270 millones, aunque resta computar una jornada para tener el número final.

En materia de precios, el bono de descuento en pesos indexados (por lejos el más negociado en la denominada rueda WAI (when and if), del MAE, que había llegado a cotizarse a $ 104,36 en el momento de mayor optimismo cuando se anunció el nivel de adhesión logrado por la operación y caído por debajo de los $ 90, cuando se conoció el embargo, ayer se operó a $ 91, con una baja de un 0,42% que los operadores adjudicaron a la nueva -aunque previsible- dilatación en la definición judicial del litigio entablado con algunos fondos buitres.

La nueva mesa directiva del MAE quedó integrada también por representantes de los bancos Mariva (Jorge Gilligan, vicepresidente primero); Nación (Ricardo Lospinnato, vicepresidente segundo); BBVA Francés (Carlos Mari, tesorero); Comafi (Pablo de Estrada, secretario), además de Gabriel Martino (HSBC), Ernesto Medina (Macor-Bansud), Javier Popowsky (Banco Industrial), Rubén Iparraguirre (Patagonia), y Carlos Plana (Deustche) y Miguel Iribarne (de la casa bursátil Arpenta) como directores.

El mercado gris opera a buen ritmo.