Parrilleros, para revalorizar al maíz.
La posibilidad de dar valor agregado a la producción de maíz es una idea que Luis Picat trabajaba en su cabeza desde hace varios años...
Barranca Yaco. La posibilidad de dar valor agregado a la producción de maíz es una idea que Luis Picat trabajaba en su cabeza desde hace varios años.
Más allá de la utilización del grano forrajero dentro del modelo ganadero que desarrolla en el norte de Córdoba, los híbridos de alto valor (MAV) fueron el puntapié inicial para comenzar a materializar esa intención, hace ya cuatro años. Así, optó por la producción bajo contrato de maíces con mayor cantidad de aceite y de gran demanda en la nutrición animal, lanzados al mercado por Renessen (el matrimonio que formaron hace ya seis años Monsanto y Cargill para desarrollar genética diferencial). Estos maíces, dentro de un esquema mixto, le permitieron obtener un plus de precio de entre cinco y siete dólares por tonelada comercializada.
Sin embargo, sus inquietudes sobre cómo darle más rentabilidad a un cultivo que considera “clave” en el sistema agrícola no se detuvieron.
El encarecimiento de los fletes (casi 500 kilómetros desde el campo a los puertos de Rosario), los mayores costos de producción y la caída en el precio del maíz en la presente campaña –un 30 por ciento en relación con los primeros cuatro meses de 2004– son razones suficientes para buscarle nuevos nichos.