Inflación o sequía, igual hay que cuidar los costos
Mientras que desde el Gobierno se ensayan distintos acuerdos para contener los precios durante 2006, los mercados del exterior, no se hacen eco de las medidas.
Todos estiman que este año la cosecha de granos llegará a las 75 M de t, frente a las 84 del año pasado. Esta disminución de 9 M de t se producirá fundamentalmente a expensas de los volumenes de trigo, maíz y sorgo, y a pesar de los mayores volumenes de la soja.
Esta disminución productiva se produce fundamentalmente como una reacción de los productores frente al esquema impositivo impuesto por el Gobierno. La retracción en el trigo y el maíz se fundamenta en la mayor carga impositiva por vía de retenciones, que los grava en función de su alta demanda de fertilizantes, costos de produccion y transporte frente a las oleaginosas. En síntesis, es la cronica de una muerte anunciada.
La sojización de la producción es una consecuencia lógica y natural del esquema impositivo vigente y que en teoría apunta a dos objetivos simultáneos: generar una renta importante para el gobierno nacional y simultáneamente mantener deprimidos los precios de los granos en el mercado interno para abaratar los costos de alimentacion de la población.