Manejo en condiciones de sequia: Mejor prevenir que curar

Ante una sequía como la que atraviesan algunas regiones del país, un experto del INTA recomienda medidas preventivas.

10deJuniode2006a las08:13
Como se sabe, la sequía puede ocasionar importantes pérdidas económicos, pero no debe confundirse con situaciones de deficiencias estacionales en la producción de forraje.

La sequía otoñal provoca un progresivo sobrepastoreo, disminuye las reservas de las plantas, deteriora la condición de los pastizales por la desaparición de especies valiosas, reduce significativamente la persistencia de las pasturas cultivadas, favorece el enmalezamiento y la disminución de la cobertura vegetal, y puede retrasar y disminuir el futuro crecimiento primaveral de los recursos forrajeros.

Esta situación afecta sensiblemente la condición corporal del ganado y, con las particularidades propias de cada uno, la productividad de todos los sistemas de producción. En los sistemas de cría, el recurso forrajero casi excluyente es el pastizal natural, cuya producción anual de forraje es marcadamente estacional, con picos en primavera y otoño.

El crecimiento invernal es escaso y la producción estival poco confiable, debido a la irregularidad del régimen pluviométrico en dicha estación, por lo que el manejo de los rodeos debe orientarse no sólo a equilibrar los requerimientos nutricionales de los vientres con la disponibilidad de forraje, sino también a lograr un adecuado estado corporal de los animales previo a la entrada del invierno. En síntesis, es un manejo altamente dependiente de la provisión normal de forraje durante el otoño, que permite acumular las reservas corporales que podrán ser movilizadas en la época invernal, caracterizada por la escasez de forraje, sin que este proceso comprometa la productividad futura de los vientres.