Más molienda sobre el Paraná

Rosario. Hace calor y los buques tipo Panamax (ultramarinos) parecen entregados a la siesta litoraleña.

25deAgostode2006a las11:39
Flotando en las amarronadas aguas del Paraná, algunos descansan en la costa opuesta a las terminales portuarias del Gran Rosario, mientras otros se entregan a las bocas de descarga, donde los operarios parecen miniaturas que asoman entre las gigantescas naves.

Detrás sobresalen las impactantes instalaciones del polo de crushing más importante de América y, según Rogelio Pontón, de la Bolsa de Comercio de Rosario, el más grande del mundo.

Por esta imaginaria puerta de 70 kilómetros de extensión (desde Puerto San Martín hasta Arroyo Seco) parte más el 73 por ciento de las exportaciones de granos, subproductos y aceites vegetales que la Argentina envía a 120 países. La soja, por cierto, es la estrella.

El año pasado, el complejo portuario recostado en la frontera oriental santafesina participó del 93 por ciento de las colocaciones de harinas proteicas, 86 por ciento de aceites vegetales y 51 por ciento de porotos de soja.

También absorbió el 78 por ciento de los envíos de maíz y el 42 por ciento de las exportaciones trigueras. Para muchos, aquí late el corazón del complejo oleaginoso, que se alimenta con la producción granaria generada, en su mayoría, en un radio no mayor a los 300 kilómetros.