Sojeros argentinos buscan nuevos horizontes en Bolivia

El auge del cultivo de soja no tiene freno. Los beneficios reportados llevaron a los productores argentinos a buscar nuevas tierras aptas. Ya son miles los sojeros que se instalaron en Santa Cruz de la Sierra.

08deEnerode2007a las11:00
Desde hace unos cinco años, los argentinos se han convertido en una presencia cotidiana en Santa Cruz de la Sierra, la capital del oriente boliviano, uno de los centros económicos del país con la segunda reserva gasífera del país detrás de Tarija, el mayor centro agrícola de Bolivia y, cada vez más, el núcleo para los negocios bolivianos.

Adrián Barbero es uno de ellos. De origen cordobés, Barbero viajaba a visitar a una novia venezolana y, gracias a una parada de cinco horas, terminó seducido por el movimiento
económico y las potencialidades de la región.

“Llegué en invierno y me encontré con grandes sembrados de soja. Me pareció increíble. Claro, acá no hay heladas, no se conoce el granizo y en algunos campos se hacen tres cosechas por año, dos de soja. Vi lo que era esto y me vine”, relató al matutino.

Barbero, uno de los pioneros, lleva cinco años haciendo negocios en Santa Cruz y hace dos se instaló definitivamente. Con su actividad en la compraventa de campos incidió en la llegada de unos 40 inversores argentinos y españoles a esta ciudad, en el departamento más fértil de todo el territorio boliviano, favorecido por las llanuras y un clima próspero para la actividad agrícola.

Al igual que Barbero, otros argentinos arriban atraídos por la productividad y el bajo precio de las tierras, la baja carga impositiva –que incluye la inexistencia de retenciones al agro– y el buen clima de negocios que se respira en Santa Cruz, que además importa el diesel para su maquinaria agrícola de Argentina.

Aventuras en el oriente boliviano