Economistas alertan sobre una desaceleración de la inversión

También señalan que está muy concentrada en la actividad de la construcción

19deMarzode2007a las07:57
 La inversión, que el año pasado llegó a su máximo nivel desde 1980, continuará creciendo en 2007, pero a ritmo más lento. Pero la mayor alarma entre varios economistas consultados radica en la calidad de la inversión, que aún está demasiado concentrada en la construcción de viviendas y que en lo que respecta a la compra de maquinaria se destina en su mayoría a la producción para el protegido mercado interno.

El economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), Daniel Artana, prevé que en 2007 la inversión crecerá al 15,8% anual, menos que el 18,7% de 2006, y alcanzará así el 23% del producto bruto interno (PBI), frente al 21,7% del año pasado. Pero Artana anhela que la Argentina tenga un nivel similar al de Chile, del 30% del PBI, de los más altos de América latina y muy por encima del récord argentino de 1980 (24 por ciento).

Vanessa Broda, del Estudio Broda, anticipa que lo invertido aumentará sólo un 13% en este año electoral, con lo que su relación con el PBI arribará al 22,5%. Para la economista, la inversión deseable sería del 26 o 27% del producto, para mantener un ritmo de crecimiento anual de la economía del 5 o 6%. En cambio, una inversión del 22% sólo aseguraría una expansión del 3,5 o 4%, según la analista.

Dardo Ferrer, de la Fundación Mercado, opina que la inversión debería crecer al 20%, por encima de los niveles promedio de la Argentina, para revertir la historia económica del país. "El 18,7% de crecimiento de la inversión de 2006 está en niveles históricos, y eso es malo porque no es un nivel aconsejable para mantener una tasa de crecimiento alto."

Dos "luces amarillas" identifica Broda en la dinámica de la inversión: la desaceleración, que se acentuó en el cuatro trimestre de 2006, cuando el alza fue del 14%, y la "pérdida de calidad en su composición". La economista advirtió que la ralentización de octubre-diciembre del año pasado no sólo respondió al estancamiento de la construcción, sino también a la compra de equipamiento.