Se sintió el efecto Greenspan
Las plazas internacionales mostraron una baja generalizada.
Los mercados internacionales sintieron ayer a pleno el impacto del que bien podría denominarse "efecto Greenspan", del que ya habían tenido una pequeña muestra sobre el cierre de la rueda anterior.
Como era previsible, quienes peor lo pasaron por los agoreros presagios del ex presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Alan Greenspan, que había pronosticado un próximo derrumbe de la Bolsa china que produciría una corrección en el resto de los activos financieros del mundo, fueron las plazas emergentes, con plazas retrocediendo hasta un 2,5% (como en Brasil) y una ampliación marcada en el riesgo país, producto de la caída de los bonos.
La Bolsa porteña se mantuvo relativamente indemne, volviendo a mostrar que permanece desconectada del resto de las plazas: así como no se contagió con sus reiteradas alzas y récords en semana previas (al menos, no en una dimensión comparable). Ayer sólo sintió tenuemente la tormenta que se abatió sobre el resto de las bolsas, mostrando que aquí no había mucho dinero externo y volátil invertido en acciones.
